Nueve años de espera para vivir en las cocheras

Hasta dentro de otros cuatro años no tendrán las casas. Para su diseño van a convocar un concurso de arquitectura.

Medio centenar de cooperativistas celebrarán hoy «con mucha alegría» la aprobación del Plan Parcial para las cocheras de Cuatro Caminos en el pleno municipal después de cinco años de calvario por la paralización que, de este proyecto, realizó el anterior Gobierno liderado por Manuela Carmena. Sin embargo, la luz verde definitiva del Ayuntamiento no es sino un punto en el largo camino que aún le queda a la Cooperativa Metropolitan para poder entrar a vivir en sus casas.

Y es que, según explica Desirée del Río, portavoz de la Cooperativa Metropolitan, todavía quedan entre tres y medio y cuatro años más para poder entrar a vivir en las casas que construirán junto a la Glorieta de Cuatro Caminos. «Vamos a convocar un concurso de arquitectura para el diseño de la torre y de los dos bloques, para que sea un icono de Madrid», explica la portavoz, que recuerda que el Plan Parcial les compromete a realizar un parque público de 17.000 metros cuadros, «para todos los madrileños», así como unas cocheras nuevas para Metro de Madrid, por lo que se están tomando muy en serio el diseño del proyecto.

Además, tienen tres meses desde la aprobación de hoy para presentar el diseño en el Ayuntamiento y, posteriormente, llegar el momento de firmar el convenio de gestión para el desarrollo de la parcela que compraron a Metro de Madrid en 2014. Una vez terminado este trámite, lo siguiente será hacer el proyecto de reparcelación y reurbanización , todos ellos con sus correspondientes plazos administrativos en los que también influye el retraso que está provocando la falta de Gobierno en la Comunidad de Madrid.

«Esperamos que el nuevo consistorio, que ya ha demostrado que nos está ayudando y está comprometido con el desarrollo de las cocheras, agilice los trámites para poder empezar a construir cuanto antes», cuenta Desirée que, con todo, asume que pasará algo más de un año hasta que las primeras excavadoras puedan acceder a la parcela del distrito de Chamberí.

Incluso apurando los plazos administrativos, la construcción de las viviendas y de todo el entorno comprometido no creen que puedan entrar a vivir en sus tan ansiadas casas al menos hasta 2023. «No es como construir una urbanización normal y corriente», considera la portavoz de los cooperativistas que, pese a todo, está muy contenta y satisfecha de que por fin se haya resuelto el atasco que provocó el anterior Gobierno al paralizar la construcción de las 443 viviendas al considerar que el Plan Parcial incumplía el Plan General de Ordenación Urbana.

El calvario administrativo que forzó Carmena, les ha supuesto multiplicar los costes, no sólo por el alquiler que muchos de los cooperativistas han tenido y tendrán que pagar de más por los años de retraso provocados por el Ayuntamiento. «Durante estos cuatro años se han incrementado los costes de la construcción entre un 30 y un 50% y eso va a repercutir irremediablemente en los precios finales de las viviendas», señala Desirée, que aún no puede cuantificar cuánto dinero se habrá perdido pero «ya cuentan con ese esfuerzo extra».

Durante este tiempo, los cooperativistas han invertido una media de 11.000 euros anuales en sus futuras viviendas, a lo que se añaden los costes, en algunos casos, del alquiler de otra casa mientras esperan a que se construyan las suyas. «Tenemos un caso, por ejemplo, que se le ha terminado el alquiler donde vivía porque el propietario ha decidido vender la casa y tendrá que mudarse con su familia hasta que esté construida la torre y los dos bloques», cuenta la portavoz de Metropolitan, que apunta también como sobrecoste la tremenda subida de los alquileres en la capital en los últimos años.

Es por ello que han agotado las invitaciones para acudir hoy al pleno municipal. «Es verdad que en los últimos meses el anterior delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, había trabajado con nosotros en la redefinición del proyecto, por lo que sería una incongruencia que votase en contra, pero queremos oír en primera persona que se aprueba», señala la portavoz, que ya sabe que cuenta con los votos a favor del PP y Ciudadanos, que garantizan por si solos la aprobación.

La incógnita es el Grupo Municipal Socialista, que en la Comisión de Desarrollo Urbano de julio optó por abstenerse e indicó, tal y como hizo también Vox, que se reservaba el voto para el día del pleno. «Entendemos que Vox nos apoyará por su discurso a favor de la colaboración público-privada, pero estamos expectantes ante lo que va a hacer el PSOE», dice Desirée. Los socialistas se abstuvieron en la aprobación inicial del Plan Parcial debido a las denuncias judiciales de varias asociaciones que rechazaban el proyecto al considerar que las cocheras, diseño del arquitecto Antonio Palacios, debían de ser protegidas como Bien de Interés Cultural (BIC). El pasado mes de enero, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid avaló la decisión de la Comunidad de Madrid de no declarar BIC las cocheras al no reunir las características arquitectónicas necesarias para ello, entre otras cosas porque la Real Academia de Bellas Artes nunca las ha propuesto para dicha protección.

Sin embargo, el TSJM ha admitido un recurso de casación ante este fallo presentado por la Asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio (MCyP), que, a su vez, puede ser recurrido también en casación. La delegada de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy, no se pronunció ayer al respecto a la influencia que dichos recursos puedan tener en la aprobación del Plan Parcial de las Cocheras. Habida cuenta de que existe actualmente otro procedimiento judicial abierto al respecto por parte de la asociación Corazón Verde de Chamberí contra la modificación puntual del Plan General, en la que piden al TSJM que se «declare la nulidad» y deje «sin efecto» la modificación puntual del PGOU para este área, desde la Cooperativa Metropolitan se muestran preocupados. «Creemos que está todo bien atado y cumplimos con la legalidad», comentó Desirée, que confía en que esas demandas no tengan recorrido.