Sucesos

Poli Díaz se ganaba la vida como «kundero»

El boxeador está en libertad tras participar en la agresión a un toxicómano que le debía un viaje

La Razón
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La deuda que supuestamente fue a cobrar el pasado viernes Poli Díaz a la Cañada Real en compañía de su hermano y otro amigo podría tener su origen en un viaje al poblado marginal de la droga. Fuentes policiales afirman que el ex boxeador ha trabajado durante largas temporadas de «kundero», conductor lleva en su vehículo particular a toxicómanos desde la glorieta de Embajadores o otros puntos de la capital hasta la zona de Valdemingómez del sector 6 de la Cañada Real para comprar heroína.

El «Potro de Vallecas» ha realizado muchas veces este trayecto en un vehículo Ford Fiesta blanco propiedad de su hermana, según las mismas fuentes. Desde hace muchos años, existe un especie de tarifa fija para este servicio. Suele ser cinco euros por cabeza o, si así se acuerda con el chófer, también se acuerda pagar el trayecto con una dosis de droga (que suele rondar también los cinco euros) una vez llegados al punto de destino. Aunque normalmente son toxicómanos quienes realizan estos viajes, últimamente se han dado casos de jubilados o gente desempleada que hacen un par de viajes cada mañana hasta esta zona de la Cañada y sacarse así 20 euros por trayecto. De esta forma, puede ser que el púgil no haya vuelto a consumir, como aseguraba estos días su novia Eva, y quizás se dedique sólo a realizar estos trayectos. Una testigo presencial de los hechos aseguró a la Policía que el motivo de la agresión fue una deuda de cinco euros que la víctima no habría pagado al ex boxeador o a sus otros dos acompañantes. Ocurrió sobre las diez de la mañana del viernes. El grupo del «Potro de Vallecas» golpeó en la cara y la cabeza a un toxicómano, David Sosa, de 38 años, clavándole un destornillador por la espalda después. El Samur atendió al hombre y le dio de alta en el lugar, aunque sólo las heridas eran leves (el destornillador sólo le hizo rasguños) y los puñetazos de la cara fueron más contundentes.

Policarpo Díaz Arévalo, de 46 años, fue detenido por los agentes de Villa de Vallecas, junto con su hermano Ángel Luis, de 35, y José Pintado Luna, también de 46 años. Los tres pasaron la noche en la comisaría del distrito (muy cerca del barrio de Palomeras, donde vive Poli) y pasaron a disposición judicial el sábado. El juez de guardia le dejó en libertad con la obligación de comparecer todos los lunes en el juzgado. La novia del ex boxeador explicó a este diario que Poli estaba «indignado y muy nervioso» con los hechos. La vida no ha sido fácil para el vallecano. Pasó de una infancia demasiado humilde a ganar muchos millones de repente. Como tantos en esas circunstancias, él tampoco supo gestionar la situación.