Madrid

«Problemas» para los empresarios por el cierre de Gran Vía

CEIM reclama al consistorio más diálogo con el sector en torno a las restricciones al tráfico

La Razón
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Cuando ya faltan pocos actores en dar su opinión en torno al polémico cierre de la Gran Vía, la Confederación de Empresarios de Madrid (CEIM) señaló ayer sus reparos a la decisión del Gobierno de Ahora Madrid. Echan en falta que el consistorio no haya querido negociar más con los sector empresarial una decisión de esta trascendencia.

CEIM rechaza, en primer lugar, la precipitación con la que se puesto en marcha esta medida ya que, según su diagnóstico, «ha generado innumerables problemas no sólo al conjunto de las empresas radicadas en la zona, a sus proveedores y clientes». Pero no sólo se han visto perjudicadas las empresas que trabajan dentro del perímetro afectado por las restricciones al tráfico, sino también «las empresas que, aunque no están localizadas aquí, prestan servicios en esta parte de la ciudad».

Esta confederación empresarial también lamentó ayer que el Gobierno de Ahora Madrid no haya realizado estudios y no haya querido dialogar la implantación del cerrojazo de la Gran Vía. La consecuencia, como señalan en su comunicado, ha sido negativo: «Un duro golpe en la cuenta de resultados de muchos de los establecimientos de la zona en el periodo de mayor venta del año».

Madrid no es Nueva York

Respecto a los argumentos que el Ayuntamiento ha defendido en las últimas semanas en torno a cómo la capital se acerca con esta peatonalización temporal al camino marcado por otras grandes urbes, CEIM también niega la mayor: «Madrid, a diferencia de Barcelona o Nueva York, tiene una estructura radial que hace que determinadas arterias-ejes de circulación sean imprescindibles para garantizar la movilidad en ella. Por tanto, su cierre debe ser analizado con el suficiente tiempo, antelación y rigor; y encontrar las mejores alternativas que amortigüen su efecto en el conjunto del tráfico de la ciudad». Dentro de los argumentos ofrecidos desde CEIM para expresar su rechazo al cerrojazo al tráfico privado de esta arteria del distrito Centro apuntan al factor estético y de imagen que da la ciudad: «La provisionalidad de la puesta en marcha de esta medida ha supuesto una imagen negativa –utilización de vallas y cintas para cortar el acceso– en la difusión de Madrid como ciudad atractiva, cómoda y elegante ante los turistas que la visitan estos días».

El próximo viernes, a las 17 horas, arranca la última de las fases de cierre al tráfico de la Gran Vía. Se prolongará la medida hasta después de Reyes. En el pleno de esta semana, el PP defenderá una moción para que se deje sin efecto la medida.