Punto y final a la huelga de limpieza de Madrid

La huelga de limpieza viaria y jardinería de Madrid ha sido desconvocada esta tarde tras ratificar una mayoría de trabajadores convocados en asambleas el acuerdo alcanzado entre los representantes sindicales y la empresas concesionarias.

Tras una madrugada de infarto, los representantes sindicales y las empresas adjudicatarias del servicio de limpieza viaria y jardines de la capital llegaron por fin a un acuerdo sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), de más de un millar de trabajadores. A las tres de la madrugada del domingo, superado ampliamente el plazo legal para culminar la negociación, se logró un pacto mediante el cual se eliminaban los 1.134 despidos a cambio de realizar, durante cuatro años, un ERE temporal (ERTE) de 45 días.

Un acuerdo que ratificaron la mayoría de los trabajadores a media tarde. Debido al gran volumen de empleados de este servicio, las votaciones tuvieron lugar en cuatro lugares distintos de la capital –Hortaleza, Moncloa, Carabanchel y Vallecas–, divididos por los lotes en los que están asignados los contratos de limpieza y jardines. Además de lo referido al ERTE, los barrenderos y jardineros de la capital también aprobaron los acuerdos alcanzados el pasado viernes sobre el convenio colectivo del sector y, por último, poner fin a la huelga del servicio que ha llenado las calles la capital de basura los últimos trece días.

Junto con el ERTE, el pacto alcanzado matiza que los 45 días en los que los trabajadores dejarán su empleo –y cuyo salario cubrirá en un 75% el INEM, según aseguró la alcaldesa de Madrid, Ana Botella–, quedan al margen de las vacaciones, que se disfrutarán 21 días en verano y 10 durante el resto del año. Asimismo, los sindicatos han admitido prejubilaciones voluntarias, así como bajas incentivadas con 30 días por año trabajado y 24 mensualidades, y excedencias voluntarias que pueden ser de cinco años, con una indemnización del 50% del salario bruto anual, o de diez años, indemnizados con el 75% de su sueldo. Por otro lado, las empresas no estarán obligadas a cubrir las vacantes y tan sólo repondrán los uniformes de trabajo en caso de deterioro. Con todo, queda pendiente que los trabajadores de jardines, que ayer fueron convocados en algunas de las casetas que hay en cada distrito para recibir información sobre el acuerdo, ratifiquen las condiciones específicas que se les aplican en el pacto alcanzado con las empresas la pasada madrugada, en una asamblea general en la sede madrileña de UGT que tendrá lugar hoy, según explicaron a Efe dos representantes de este sindicato.

Ejemplo para otros conflictos

Todos los sindicatos presentes en la mesa de negociación (UGT, CC OO y CGT) han felicitado a los trabajadores del sector por «su esfuerzo y coraje» al mantener la presión de la huelga durante 12 días. «Se ha conseguido renegociar lo que el viernes estaba negociado y no tocar prácticamente nada del convenio», señalaba Félix Carrión, secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios Privados de Comisiones Obreras.

Desde UGT, el responsable de limpieza viaria Juan Carlos del Río, consideraba un triunfo el acuerdo, que demuestra que «se pueden evitar los despidos y las rebajas salariales». En la misma línea se expresó Francisco Javier Palacios, representante de CGT en la mesa de negociación, que iba un paso más allá y consideraba que el pacto en el servicio de limpieza viaria y jardines «debe servir para que otros colectivos y otros trabajadores sigan el mismo camino». Igualmente, en las redes sociales se proponía que la caja de resistencia, en la que se han recogido las donaciones para compensar las pérdidas económicas que la huelga estaba causando a los barrenderos, se destinase a apoyar a otros colectivos en conflicto, como el que transcurre en Panrico.

Por su parte, las empresas adjudicatarias de la limpieza viaria y jardines –Valoriza, FCC y OHL– mostraron ayer su satisfacción ante la «solución consensuada» lograda tras «un intenso proceso negociador que ha puesto de manifiesto la voluntad negociadora de las empresas». Igualmente, lamentaron las molestias sufridas por los madrileños y condenaron las agresiones sufridas por los piquetes que han tratado de impedir el cumplimiento de los servicios mínimos.

En este sentido, los representantes sindicales que de madrugada tuvieron que pedir a los trabajadores que alborotaban a las puertas de la sala de reuniones de la Inspección de Trabajo que dejaran de «comportarse como vándalos» cargaron ayer de nuevo las tintas contra la medida tomada por Ana Botella de asumir el control de los servicios mínimos con el refuerzo de la empresa pública Tragsa. Según el representante de CGT, los retenes de refuerzo «estaban dirigidos por el Ayuntamiento para limpiar los barrios ricos y los restaurantes de lujo», y anunció que, tal y como ya ha efectuado CC OO, denunciarán esta medida porque quebranta el derecho de huelga.

Desde que se puso en marcha el apoyo de Tragsa a las cuatro de la mañana del pasado sábado, la empresa ha recogido un total de 610 toneladas de limpieza de las que 550 se retiraron de las calles durante las primeras 24 horas. Tragsa continuó trabajando hasta medianoche, después de que la alcaldesa anunciase la suspensión de las brigadas.