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Sánchez justifica su falta de neutralidad con Pepu: "Tengo derecho a posicionarme"
El presidente dice que se ha “ocupado y preocupado” por conseguir un buen candidato y reconoce las dificultades para hacerlo: “Pocos quieren dar el paso”.
El presidente dice que se ha “ocupado y preocupado” por conseguir un buen candidato y reconoce las dificultades para hacerlo: “Pocos quieren dar el paso”.
«No viene aquí para hacer amigos, pero sabes que siempre puedes contar conmigo». La elección de «Feo, fuerte y formal» de Loquillo para abrir el acto de presentación de Pepu Hernández como aspirante a las primarias del PSOE para la Alcaldía de Madrid no pudo ser más idónea. Los primeros compases de esta canción reflejan a la perfección el clima que vive el partido tras el aterrizaje del fichaje estrella de Pedro Sánchez. La orientación de la candidatura por parte de la dirección, así como el apoyo explícito que le ha prestado el presidente del Gobierno, han causado indignación y división en el partido. «Es un dedazo», denuncian, que además «proyecta la idea de que no hay perfiles válidos en el PSOE y que hay que recurrir a independientes sin carné para ganar las elecciones».
A las suspicacias que despierta la llegada del ex seleccionador nacional de Baloncesto se suma la polémica por la sociedad a través de la que tributó para pagar menos a Hacienda por sus trabajos y conferencias tras ganar el mundial de baloncesto en 2006. Ni siquiera los acólitos se muestran convencidos del «tirón» de Pepu, pero cierran filas «porque no queda más remedio». Estas reticencias no han hecho mella en el ánimo de Sánchez, que ayer acudió al Teatro La Latina para la puesta de largo de «su candidato». «¡Qué ganas tenía de que llegara el día!», dijo un líder socialista que se mostró «emocionado y agradecido».
Consciente de la falta de neutralidad que rezumaba el acto, el presidente del Gobierno inició su intervención justificando su parcialidad. Sánchez ha viciado las primarias. Sin poner en duda su celebración, que sí se llevará a cabo, ha pervertido el espíritu mismo «del PSOE de la militancia» al que él dio alas y del que representa el máximo exponente. «Tengo derecho a poder posicionarme y a decir cuál es el mejor proyecto. Pepu está hoy aquí por la petición que yo le he hecho», destacó Sánchez. El secretario general del partido defendió que no podía «desentenderse» y que su opción, lejos de permanecer al margen, ha sido «aportar proyectos ganadores». No solo Sánchez se excusó por el proceder que trasciende en la «operación Pepu», el propio líder de la federación madrileña, José Manuel Franco, presumió de que ambas direcciones –la regional y la nacional– tenían en base a los estatutos «potestad para suprimir las primarias», pero que la trayectoria del presidente del Gobierno les ha impedido hacerlo.
Por el contrario, Sánchez reivindicó su dedicación y las dificultades a las que se ha enfrentado para encontrar ese proyecto vencedor, un proceso que le ha llevado más de «un año». «Me he preocupado y ocupado de buscar una candidatura que pueda ganar. Hay mucha gente capaz, pero poca dispuesta a dar el paso. Pepu es capaz y además está dispuesto», resolvió. Antes que al ex seleccionador, el presidente tanteó a perfiles socialistas como Alfredo Pérez Rubalcaba o independientes como el hoy ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que declinaron el ofrecimiento. El líder socialista enlazó, precisamente, la conformación del Gobierno que llevó a cabo en junio con el fichaje del ex seleccionador para la ciudad de Madrid, señalando que hay que abrir el partido a «referentes y líderes sociales con carné o sin carné». Sánchez presumió de una apertura que comparó con la decisión de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy «que se tomó en un Comité Federal a puerta cerrada». Sin embargo, en el partido le afean que esta decisión no se haya compartido con nadie. «No tengo ninguna duda de que Pepu es el alcalde que necesita Madrid», zanjó.
Por su parte, el aspirante a candidato reconoció que «la política nunca me ha sido ajena» y que aunque «en ocasiones pensé en afiliarme, no lo hice porque creí que eso afectaría a mi independencia. Pero independencia no es indiferencia», destacó, y exhibió compromiso diciendo sentirse «socialista de corazón y pensamiento». Al mismo tiempo, Pepu Hernández lanzó el guante a Ángel Gabilondo, candidato a la Comunidad de Madrid e independiente como él, para «trabajar en equipo». «Ángel, sería un honor jugar este partido contigo. La metafísica y el deporte al servicio de un proyecto compartido», destacó.
El ex seleccionador también quiso dejar claro que aunque su objetivo es «ganar y ser alcalde», no se marchará si no lo consigue: «Me quedaré en la oposición a ayudar en toda la legislatura». Pepu no hizo alusión, sin embargo, a la polémica sociedad interpuesta para tributar menos que ha salido a la luz a raíz de presentar su candidatura. Sí lo hicieron, aunque de forma velada, otros intervinientes, como el propio Sánchez, ironizando sobre los «tres días que ha tardado en saborear las mieles del compromiso político», o la portavoz de su candidatura, que criticó «tantos golpes bajos y tanta mala leche» y le animó a dejar «que suelten el veneno y las patadas». Tanto Franco como Gabilondo se comprometieron a participar en los actos de Manolo de la Rocha y Chema Dávila, los otros dos precandidatos que competirán en las primarias.
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