Transporte

Sensores en los autobuses para anticipar el «nitrogenazo»

Cuatro líneas de la EMT los niveles de NO2 medirán en su recorrido por la ciudad.

El Ayuntamiento instalará sensores en ocho autobuses de la EMT que serán financiados con fondos europeos
El Ayuntamiento instalará sensores en ocho autobuses de la EMT que serán financiados con fondos europeoslarazon

Cuatro líneas de la EMT los niveles de NO2 medirán en su recorrido por la ciudad.

La principal queja de los madrileños en la activación de las medidas anti contaminación se refiere a la tardanza en el aviso. En la reciente aplicación del protocolo para hacer frente a episodios de altos niveles de dióxido de nitrógeno en el aire, a finales del mes de octubre, los vecinos de la capital tuvieron conocimiento pasadas las diez de la noche de las restricciones de tráfico a las que se debían enfrentar a la mañana. Entre ellas, la imposibilidad de aparcar en la zona de Estacionamiento Regulado. Con el objetivo de evitar en lo posible estas situaciones, el Gobierno de Carmena trabaja ya en una modificación del protocolo que camine hacia un modelo más predictivo, que sirva para anticipar las los niveles de aviso. Uno de los pasos que se va a dar de manera inmediata en esta dirección consiste en la instalación de microsensores en varios autobuses de la EMT que midan los niveles de algunas especies de polen y contaminantes, entre ellos el dióxido de nitrógeno.

En una primera fase, se pondrán en marcha ocho sensores que estarán en funcionamiento en cuatro autobuses de forma simultánea hasta el mes de septiembre de 2017. La directora general de Sostenibilidad, Paz Valiente, señaló ayer que estos ocho medidores no suponen ningún coste al formar parte de un programa europeo. En concreto, el consistorio está participando en el proyecto europeo IKAAS a través de una línea del programa Horizonte 2020. Se trata de sistemas de medición caros, ya que cada unidad cuesta 2.500 euros. Los sensores irán instalados en los techos de los autobuses. El gerente de la EMT, Álvaro Fernández Heredia, añadió que se analizará su funcionamiento para determinar en un futuro si el Ayuntamiento procede a la compra de más dispositivos. Uno de los puntos fuertes de esta iniciativa radica en que esta medición es dinámica, al instalarse en una línea de autobús: «Tenemos la capacidad de tener todos los días 1.700 autobuses recorriendo la ciudad y eso nos permite movernos de línea a línea para generar un mapeo de la ciudad», defendió. Según el gerente de la EMT, Madrid se pone a la cabeza de la innovación: «Estamos en la punta de lo que se está haciendo en el mundo».

El objetivo es desarrollar una aplicación de base para un sistema de alertas en salud ambiental integrando la información sobre temperatura, calidad del aire y niveles de polen, así como diseñar rutas saludables. La información de calidad del aire resultaría de la integración de los datos de la red fija municipal con los datos obtenidos gracias a los nuevos sensores instalados en los autobuses.

Otra novedad del sistema pasa por la incorporación al actual sistema de información de nuevos datos meteorológicos que complementen a los recogidos por la red meteorológica y la incorporación de datos de tráfico que permitan mejorar el sistema de información de calidad del aire. Con el nuevo contrato se reforzará la evaluación de la calidad del aire a través del incremento del número de campañas de medición que se llevarán a cabo. Para ello se han reforzado tanto las unidades móvileas de evaluación de la calidad del aire, que pasan de una a dos en el nuevo contrato, como la incorporación de un equipo compacto que mide NO2 y ozono.