Sequía
Sin una gota de lluvia desde el 28 de agosto
Los embalses inician el año hidrológico con un 11% menos de agua que el pasado. Además, este verano se han batido récords por altas temperaturas: 55 días en alerta
Los embalses inician el año hidrológico con un 11% menos de agua que el pasado. Además, este verano se han batido récords por altas temperaturas: 55 días en alerta.
Cuando termina el verano y llega el otoño, las temperaturas suben y aumentan las precipitaciones. Sin embargo, en Madrid, la situación es diferente. Las últimas precipitaciones en la región se produjeron el 28 de agosto. Han pasado 42 días desde entonces y el nivel de los embalses no deja de bajar. De acuerdo con los datos del Canal de Isabel II, la entidad que gestiona las reservas de agua de la región, los embalses comenzaron el año hidrológico –un periodo que se inicia el 1 de octubre– con 576’1 hectómetros cúbicos, una cifra que representa solamente el 61% de la capacidad máxima. Un dato once puntos porcentuales inferior al del anterior año hidrológico.
Este negativo punto de partida para los embalses madrileños se debe a varios factores. El primero de ellos viene marcado por las elevadas temperaturas registradas la pasada primavera y a lo largo del verano: según los datos del Canal, en los meses de marzo, abril y mayo, el consumo se disparó y llegó a ser un 9% más alto que el año anterior. Y entre los meses de junio y septiembre la región estuvo 55 días en alerta por altas temperaturas, llegándose a registrar temperaturas de 40’7 grados. Todo esto provocó que «se regasen más los cultivos y los jardines y se pusieran más lavadoras», explica Marta Soriano, la Subdirectora de Planificación Hídrica del Canal. De hecho, el consumo de agua ha crecido un 2% en 2017, frente a 2016.
La segunda distorsión que ha provocado que los embalses empiecen el año hidrológico más vacíos que el anterior se debe a la confluencia de dos factores: los niveles de resguardo –un porcentaje de cada embalse que debe permanecer vacío por seguridad– y la distribución de precipitaciones. «En este año hidrológico recién iniciado, la mayoría de precipitaciones se han producido cuando los niveles de resguardo eran más altos –febrero–, y en primavera cuando había más espacio para absorber las precipitaciones, no ha llovido apenas», subraya Soriano. En definitiva, «las aportaciones a los embalses, de ríos y precipitaciones han sido menores», sentencia la experta del Canal. La falta de lluvia tiene efectos negativos también sobre la polución. Y es que el agua arrastra las partículas contaminantes suspendidas en la atmósfera, algo que desde agosto aún no se ha producido, lo que provoca que los niveles de contaminación sean más altos de lo habitual y que la «temporada» de restricciones circulatorias en Madrid se haya adelantado respecto a otros años.
A pesar de los datos negativos, desde el Canal de Isabel II mandan un mensaje de tranquilidad. «Es imposible saber cómo evolucionará el nivel de los embalses, porque no podemos adivinar cuándo y cuánto lloverá, pero los técnicos del Canal manejamos una serie histórica en la que están recogidos los datos de los últimos 103 años, y nos indican que los niveles de reservas de agua del actual año hidrológico entran dentro de la normalidad», remacha Soriano, aunque advierte que «hay que ser precavidos y hacer un uso eficiente del agua».
Otra semana seca
De acuerdo con el servicio de predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las precipitaciones no hacen honor a su nombre y habrá que esperar durante, al menos, una semana más para ver como la lluvia llena los embalses de Madrid. Y es que a lo largo de los próximos siete días, los meteorólogos no esperan que haya precipitaciones en la región. Si bien esta semana las temperaturas bajaran
–no se espera que superen los 30º ningún día–, las probabilidades que los expertos conceden a una tormenta son prácticamente nulas.
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