Teatro barroco en la Plaza Mayor de Carmona

No hace falta un hotel en la Casa de la Carnicería para atraer turistas a uno de los enclaves turísticos más importantes de la capital. Al menos así lo cree el candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, que en su lugar propone convertir los soportales de la casi cuatricentenaria plaza en un templo del teatro barroco. De hecho, la Plaza Mayor será uno de los focos principales de un plan integral para todo el distrito Centro, transformando sus soportales en centro de interpretación de la propia plaza y del Barroco madrileño, con representaciones teatrales y de cuartetos barrocos. «El objetivo final no es otro que duplicar en dos legislaturas el número de turistas que llegan a nuestra ciudad», explicó el candidato socialista.

Tras un encuentro mantenido ayer con una veintena de hosteleros, hoteleros y comerciantes de esta zona, que se mostraron en contra del «proyecto de privatización» de la Casa de la Carnicería –que actualmente se encuentra en proceso de licitación de un hotel boutique–, Carmona apostó por «revitalizar» la zona para convertirla en un «polo de atracción turístico y cultural».

«Nosotros queremos potenciar la Plaza Mayor», insistió, y consideró que el plan de reforma emprendido es limitado para lo que se podría lograr potenciando este emblemático enclave de la ciudad en clave turística. «Tiene un potencial y un atractivo mucho mayor del que se le está dando», ha indicado por su parte el presidente de la Asociación de Hosteleros de la Plaza Mayor, José Antonio Aparicio, quien coincidió con Carmona en la importancia de hacer de este enclave «un auténtico foco de atracción cultural».

Junto a las representaciones teatrales en la Plaza Mayor, Carmona detalló que otra de las maneras de fomentar la llegada de visitantes a este espacio es «atajar» la prostitución y la mendicidad en los puntos turísticos de la ciudad. Mediante el plan integral para el distrito Centro que incluirá el candidato socialista en su programa electoral, se pretende obtener todo el provecho turístico «que nuestra herencia patrimonial se merece». De este modo, el objetivo final que se plantea Carmona a largo plazo es duplicar, en dos legislaturas, el número de turistas que llegan actualmente a la ciudad.