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The Waterboys vuelven de negro

MIke Scott, con sombrero, saltando, en una actuación reciente al frente de The Waterboys
MIke Scott, con sombrero, saltando, en una actuación reciente al frente de The Waterboyslarazon

Son ya un clásico de los escenarios madrileños. The Waterboys regresan a la capital con nuevo disco bajo el brazo, «Where The Action Is», un trabajo marcado por la influencia del soul y toda la música negra hasta el hip hop. Incluso Mike Scott, el carismático líder de la banda se atreve a rapear en un tema. «Tenía el estribillo escrito pero no daba con las estrofas. Y pensaba: ''Si pudiera rapear, aquí le vendría perfecto...''. Y me decidí a hacerlo, o a intentarlo hasta donde pudiera», explica el músico, que admite escuchar a menudo a Kendrick Lamar («me encanta ''To Pimp a Butterfly''») y a Anderson Paak. Pero ¿no se habrá aburrido del rock, verdad? «En absoluto, me gusta todo el rock & roll, de Elvis a Dylan, aunque no escucho mucho del que se hace ahora. Algo de los Black Keys o de Arctic Monkeys... pero no encuentro muchos artistas que me emocionen sónicamente», señala Scott, que mañana actúa en las Noches del Botánico haciendo programa doble con Paul Carrack.

En todo el caso, el americano tampoco trata de sonar nuevo «aunque sí de cambiar, eso es importante». También mantiene inalterado su compromiso con las actuaciones en vivo. «Sigo haciendo giras porque me emociona de verdad. Me encanta hacerlo por más incomodidades que puedan aparecer. El reto sigue siendo generar una buena experiencia en el público, eso sigue siendo un desafío cada vez que se sale a actuar. Hay responsabilidad en ello», señala. «Y respecto a la música negra, siempre ha estado ahí. Yo compraba los discos de The Who o Bowie y al mismo tiempo los del sello Stax o el Northern Soul», explica el autor de «Fisherman’s Blues». De hecho, el título de su último disco, «Where The Action Is» es un préstamo de una canción de Robert Parker que hablaba de ir a bailar pero Scott ha transformado en... «el lugar donde se produce la batalla de las ideas. Nadie puede permanecer al margen de la política, y menos un músico. El autoritarismo frente a las democracias liberales, el auge de la extrema derecha, por ejemplo, la batalla contra el supremacismo blanco y masculino... eso me preocupa. Yo defiendo el respeto mutuo, la soberanía personal y la libertad del individuo y veo que eso está en peligro, sí. Pienso que está amenazado, principalmente, por el hombre blanco», asegura.