Tres policías heridos tras ser atacados por senegaleses

Los municipales fueron a detener al senegalés que amenazó el lunes con matar a un agente.

Esta tarde se cumple una semana de la muerte de Mmame Mbaye, el senegalés de 35 años que falleció de un infarto en Lavapiés y cuyo deceso originó una oleada de disturbios en el barrio tras la duda sembrada desde algunos sectores con la que se responsabilizó a los policías municipales del fallecimiento de Mbaye, al vincularlo a una supuesta persecución policial por estar ejerciendo la venta ambulante de forma ilegal.

Tras un fin de semana de tensión, la semana no comenzó precisamente relajada. Varios agentes de la Policía Municipal de Madrid denunciaron ya no sólo los insultos que recibían a diario («hijos de puta», «asesinos»...) sino las amenazas que sufrían simplemente por patrullar por la zona. Pero, lejos de calmarse, los ánimos han ido «in crescendo». La tarde del lunes y el martes varios agentes denunciaron las graves amenazas por parte de un grupo de senegaleses que suelen trapichear con marihuana en la misma plaza de Lavapiés. «Aquí va a morir un policía», les espetó uno de ellos la tarde del pasado lunes, según informó ayer este periódico. El martes volvieron a gritarles «¡Fuera de la plaza! ¡Asesinos!», según los agentes. El amago de algo más que palabras lo vivió el agente al que dos subsaharianos reconocieron en el metro cuando salía de trabajar y trataron de seguirle a su casa. Él logró zafarse de ellos. Pero ayer pasaron de las palabras a la violencia física. Fue al tratar de identificar precisamente a este individuo que amenazó de muerte a un policía–según las mismas fuentes– cuando comenzaron los altercados. Eran alrededor de las 17:00 horas de la tarde.

Aunque con menos intensidad que el pasado jueves, al igual que ocurrió aquella noche, a los agentes comenzaron a lloverles de nuevo piedras, trozos de adoquines y hasta una papelera del mobiliario urbano. Muchos cogieron como arma trozos de una obra cercana, según testigos presenciales. El resultado fue de tres agente heridos. Uno de ellos recibió un puñetazo en la cara, otro en un ojo y el tercero un fuerte traumatismo en el brazo por el impacto de una papelera.

Los agentes no fueron atendidos por los servicios de Emergencias-Madrid y acudieron por sus propios medios a su mutua de Asepeyo, donde les atendieron en el momento, según fuentes cercanas.

El grado de tensión fue tal que los intervinientes pidieron la colaboración urgente de compañeros. Se trata de la llamada «clave 100», que consiste básicamente en que la malla (el sistema de comunicación con el que se dan los avisos) queda en silencio total para que quienes la han solicitado pidan la ayuda que necesitan. Sólo se implora cuando la integridad física de los agentes está en peligro. De esta forma, acudieron de forma inmediata al lugar todas las patrullas que estaban por la zona (tanto Centro Norte como Centro Sur, que son los compañeros de los afectados) y hasta lo que queda de los llamados «antidisturbios» municipales, las antiguas UCEs y ahora Unidades de Apoyo a la Seguridad (UAS). Los agentes lograron arrestar al individuo que presuntamente profirió las amenazas graves, según confirmó en su cuenta de Twitter la Policía Municipal. Tras estos altercados, la zona quedó en calma, según un portavoz del Ayuntamiento y a eso de las 19:00 horas ya no había ningún tipo de disturbio en la zona.

Estos incidentes han tenido como protagonistas a los grupos de subsaharianos que se concentran en Lavapiés para menudear con droga y que no son manteros. De hecho, ayer hubo una manifestación en Sol a la misma hora convocada por la Asociación de Inmigrantes Senegaleses en España «en memoria de nuestros hermanos Mame Mbaye y Ousseynou Mbaye y contra el racismo» que discurrió desde la plaza Nelson Maldela sin incidentes.