Ayuntamiento de Madrid
Vuelven a Alcalá los Belenes reinvidicativos
Los vecinos piden a Carmena que respete la tradición y recupere el Nacimiento de la Plaza de la Independencia que quitó en 2015
Los vecinos piden a Carmena que respete la tradición y recupere el Nacimiento de la Plaza de la Independencia que quitó en 2015.
Los madrileños echan de menos el Belén de la Puerta de Alcalá, porque ya son tres años sin que el Ejecutivo local instale las luces que emulaban la bíblica estampa. Al igual que ocurrió el año pasado, un grupo de espontáneos ha empezado a depositar su propio Nacimiento bajo los arcos del monumento, una iniciativa a la que ayer por la mañana se unió una representación del Partido Popular de Madrid, con su portavoz municipal, José Luis Almeida, a la cabelza, que contribuyó a la petición con sus propias imágenes en cartón del niño Jesús, la Virgen María y San José. Para visitar esta «colectiva de Belenes», que el año pasado reunió hasta un centenar de figuras, no hay que pagar entrada ni esperar colas.
De momento, en la Puerta de Alcalá se pueden ver desde Nacimientos completos -con pesebre, mula y buey incluidos-, hasta otras contribuciones más modestas, con figuras de los tres personajes protagonistas o también de los Reyes Magos de Oriente. Bajo el hashtag «#RecuperaLaNavidad», un grupo de madrileños inició una campaña en la plataforma change.org para recuperar la tradición del Nacimiento en la Puerta de Alcalá. Los promotores consideran que desde que Ahora Madrid preside el Ayuntamiento de la capital, las Navidades han pasado de ser las fiestas de todos a las de unos pocos: «Los que se empeñan en negar y reescribir la realidad histórica y tradicional de estas celebraciones», se quejan.
Fue el ex alcalde popular Alberto Ruiz-Gallardón quien instaló el Nacimiento luminoso, que se convirtió en el símpolo de la Navidad tradicional de la capital. Esta iniciativa recibió el aplauso de los madrileños justo después de la polémica iluminación del Paseo de la Castellana con palabras como «croqueta», «martillo», «semillas», «lujuria» o «mármol». Tanto arraigo consiguió entre los ciudadanos que a día de hoy, tras tres años de ausencia
–Carmena decidió sustituirlo por unas figuras florales en 2015, en su primera Navidad como alcaldesa–, son muchos los que reclaman su vuelta.
Este año, la reivindicación llega con una novedad: muchos de los belenes cuentan con banderas de España. Las rojigualdas aparecen decorando los pesebres al más puro estilo americano y como soporte para las imágenes bíblicas.
Las reivindicaciones patrióticas se han hecho comunes en los últimos meses enlos balcones de la ciudad, en especial desde el auge del desafío separatista. Desde el 1 de octubre, se cuentan por miles las enseñas nacionales que decoran balcones y ventanas de viviendas privadas, oficinas y sedes públicas. Los belenes con banderas parecen además lanzar un segundo mensaje a la alcaldesa, reacia a colocar la rojigualda en el balcón municipal a pesar de las peticiones del PP y de que otras enseñas, como la índigena, la del arco iris del orgullo gay o el cartel de «welcome refugees», que desde 2015 adorna el consistorio.
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