Murcia exporta al resto de España la terapia con perros adiestrados

La recuperación psicológica de mujeres y niños víctimas de violencia de género se une a otras experiencias

Primero fueron las mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos quienes participaron en terapias con perros adiestrados. El objetivo, conseguir que con su compañía y cuidado se sintieran seguras y comenzaran a socializarse. El éxito de la experiencia, que por primera vez se puso en marcha en la Región de Murcia, ha llevado a los responsables del Proyecto Scan, a desarrollar otro tipo de actuaciones.

Después de once años de trabajo con mujeres maltratadas, ahora han llevado a los perros a los colegios para sensibilizar y formar a los más pequeños y a los jóvenes. Instituciones Penitenciarias ha pedido su ayuda para poner en marcha un proyecto destinado a las personas cuya condena son trabajos en beneficio de la comunidad.

El éxito de la terapia con perros adiestrados es tan abrumador que un equipo de neurólogos de una fundación aragonesa va a iniciar un estudio neurobiopsicosocial, que se desarrollará en Murcia, en el que estudiarán los cambios neuronales, psicológicos y clínicos que produce el trabajo desarrollado con los perros adiestrados en Scan.

«Las mujeres que voluntariamente acceden a la terapia deben preocuparse de un ser vivo y asumir de nuevo responsabilidades y obligaciones. Ya no pueden quedarse en casa, han de salir a la calle y cuidar al perro. Esto hace que se potencie la necesidad del cuidado de sus hijos», afirma Enrique Cruz, coordinador del Proyecto Scan.

También se mejora en el aspecto social. «Se relacionan con otras personas que tienen perros, vienen al centro, se apoyan entre ellas, e incluso crean grupos en redes sociales».

Las mujeres que participan en esta actividad tienen todas una sentencia judicial con orden de alejamiento. El perro no se encarga de su protección, ese papel lo desempeñan la Policía y la Guardia Civil, pero sí que constituye una herramienta de apoyo para que las víctimas se sientan protegidas. Todos los canes llevan correa y bozal y en caso de agresión saltan encima del maltratador, por lo que actúan de pantalla ante una posible amenaza.

«La importancia de actuar con perros es que inicialmente trabajamos en el adiestramiento sobre el sentimiento del miedo y, a partir de ahí, ya podemos recuperar todo lo demás».

En la actualidad en la Comunidad hay 12 mujeres que voluntariamente acuden al centro para hacer terapia con los pastores belgas y pastores alemanes que están adiestrados para desarrollar esta labor. «También tenemos previsto trabajar con pastores checos y con alguna otra raza un poco menos potente que sea más fácil de llevar». A final de año, las participantes se llevarán definitivamente los perros a sus casas. Ya estarán totalmente adiestrados y la relación entre la mujer y el perro será total.

En enero otras mujeres víctimas de violencia machista empezaran la terapia para retomar todo lo perdido en el camino del maltrato. Los niños, por primera vez, podrán iniciar esta andadura de recuperación y pérdida del miedo.