Valcárcel pide que España refuerce su sentimiento de pertenencia a Europa

El presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia del Comité de las Regiones de la Unión Europea, lo que le convierte en la cuarta máxima autoridad política del continente, Ramón Luis Valcárcel, durante su asistencia a la ceremonia de entrega del premio Nobel de La Paz a la Unión Europea que tuvo lugar ayer en Oslo (Noruega), advirtió sobre la guerra de la «insolidaridad, la de la pobreza, la miseria y las desigualdades».

En unas declaraciones efectuadas durante la ceremonia, Valcárcel señaló que la paz interna «se puede manifestar, desde luego, de muchas formas», pero destacó que «hay una fundamental: la solidaridad genera paz, la distribución equitativa de la riqueza genera paz». De lo contrario, el presidente murciano advirtió que «entramos en otra forma de guerra, que no es la de los tanques precisamente, pero sí desde luego la de la insolidaridad, la de la pobreza, la miseria y las desigualdades». En este sentido, dijo que el Nobel representa «un inmenso orgullo» porque se trata «del más importante premio mundial, que se otorga por cualquier cuestión de relevancia». Precisamente, consideró que hablar de la paz «es relevante» y, sobre todo, «en un continente como el nuestro, que ha sido escenario de permanentes guerras». Valcárcel hizo este balance «pero no tanto mirando al pasado, sino que mirando al futuro también debe suponer un inmenso compromiso para todos en favor de esa paz».

En su opinión, los españoles «debemos ser más conscientes de lo que realmente somos en cuanto a esa pertenencia a la Unión Europea». Reconoció que «en estos momentos de crisis, de dudas, de preguntas y también de indignación, es muy fácil poderse volcar hacia esa tendencia llamada euroescepticismo». A su juicio, en este caso «ha de servir precisamente como acicate para romper con esa peligrosa tendencia y saber que Europa es nuestro marco natural». Bajo el concepto de Valcárcel, los españoles tienen ante sí el reto de crear más conciencia sobre su pertenencia a la Unión Europea y reforzar su integridad como ciudadanos que pertenecen a un continente. El presidente regional apostó por entender que «Europa es nuestro marco natural» y en él se deben desenvolver los españoles como miembros que son de la Unión. No obstante, el líder europeo reconoció que en la actualidad se está atravesando por unos momentos de deficultad provocados a causa de la situación de crisis que azota a las principales economías, en su opinión, esta situación se traduce en un entorno de dudas que se hace extensivo a cualquier orden social, incluida la institución europea. Con este caldo de cultivo, señaló Valcárcel, está ganando bastantes adeptos la tendencia euroescéptica, una postura que el presidente del Comité de las Regiones apuntó que hay que «romper» porque solo conduce al aislamiento de los países y a la desintegración de todos los nexos de unión que se han logrado construir con el paso de los años, especialmente desde el fin de la II Guerra Mundial, cuando la organización política de Europa comenzó a esbozar lo que es en la actualidad y a regirse por los principios que en nuestros días imperan. Por otra parte, Valcárcel motivó a los máximos mandatarios del continente a que no caigan en el relajo después de haber recibido el reconocimiento mundial que supone el Premio Nobel de la Paz porque, según manifestó, «el galardón solo debe servir para la reflexión profunda y sosegada» porque la historia de Europa está escrita con multitud de guerras «contra otros y contra nosotros mismos».

Por estos antecedentes tan trágicos, Valcárcel señaló que se deben valorar como merecen todos los años que «llevamos en paz», así como el heho de que la UE se haya convertido en garante de la paz porque «la exportamos y velamos por ella». Sin embargo, Valcárcel también explicó que se deben tener siempre presentes los valores que han conducido a la situación actual de paz. Por ello aseveró que «la historia de la paz es la historia de la equidad, la solidaridad y la comprensión», por lo que invitó a no despojar a Europa de ninguno de estos principios para que no se incurra en la guerra de la desigualdad, lo que conduce irreversiblemente a la pobreza y la miseria.

Por ello Valcárcel animó a que el galardón solo sirva de acicate para que la UE siga por el camino que se encuentra y tenga en este reconocimiento el impulso suficiente para continuar por el mismo camino sin variar las convicciones que han hecho posible el Premio Nobel. Porque para el presidente murciano lo más complicando todavía es una sende que se tiene que recorrer con el reto y el mérito de hacer que perdure la paz en una tierra que se ha forjado a golpe de guerra y derrame de sangre. Valcárcel inculcó que el continente europeo está viviendo uno de los mayores periodos de paz de su historia y no se puede renunciar a ello porque se trata de algo fundamental para la organización y perdurabilidad de la estabilidad política que se goza con la UE y que deben estar sujetas al cumplimiento de la serie de principios que han permitido que se llegue al momento actual.

Rodeado de las primeras espadas de la UE para recoger el galardón

El presidente Valcárcel se rodeó ayer de lo más granado del panorama de la política europea en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz a la UE celebrada en la capital noruega de Oslo. De esta manera, al líder regional le acompañaron el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, su homólogo del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y el máximo mandatario del Parlamento Europeo, Martin Schulz. De esta manera, el presidente autonómico acompañó a los dirigentes con más peso de la UE al ocupar él también el cuarto puesto con mayor relevancia dentro del organigrama político de la UE.