Patrimonio
El alcalde trata las Atarazanas con el nuevo consejero y espera que “en breve” se “ponga en marcha” el proyecto
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), ha manifestado este martes que está “en conversaciones” con el nuevo consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, respecto al acuerdo promovido por dicho departamento y la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa), para resolver el conflicto derivado del proyecto de restauración de las Reales Atarazanas, --construidas en 1252 y declaradas bien de interés cultural (BIC)--, y su adaptación como espacio cultural.
En declaraciones a los medios de comunicación, Juan Espadas ha explicado que ya ha tenido un “primer contacto” con el nuevo consejero de Cultura. Dicho contacto, según ha precisado, habría incluido las soluciones negociadas para el enconado conflicto de las Reales Atarazanas, un monumento propiedad de la Junta de Andalucía y cuyo proyecto de restauración y adaptación para usos culturales ha contado con el rechazo de los conservacionistas de Adepa.
A la espera ya de que la Consejería de Cultura y Adepa firmen el texto definitivo del acuerdo negociado entre ambas partes para solucionar el asunto, Espadas ha manifestado “el acuerdo definitivo está muy próximo” de ser formalizado, con lo que espera que “en breve” la Junta de Andalucía “pueda anunciar que la obra se pone en marcha”.
En cuanto a la petición de la productora televisiva HBO de rodar nuevamente secuencias de la serie Juego de Tronos en el mencionado monumento, aspecto avanzado por Viva Sevilla, el primer edil ha manifestado que como cualquier petición de esa naturaleza, “lo primero es verlo con la propiedad y quien vaya a llevar la obra, para ver la compatibilidad” del rodaje con el proyecto en cuestión.
En cualquier caso, la licencia de obras del proyecto de reforma y adaptación del monumento, diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, se encuentra cautelarmente suspendida por orden del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número nueve, después de que Adepa impugnase dicha licencia y solicitase su suspensión provisional hasta la resolución del litigio.
El diseño original del proyecto plantea restaurar y adaptar como centro cultural el citado recinto histórico, formado por restos de la antigua muralla almohade, siete naves de las atarazanas medievales del siglo XIII, restos del apostadero de la Carrera de Indias de los siglos XVI y XVII y edificaciones de la Real Maestranza de Artillería pertenecientes a los siglos XVIII, XIX y XX.
Pero aunque la iniciativa cuenta con aval de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico e incluso licencia de obras, los colectivos conservacionistas lo han tachado de “crimen patrimonial”. Principalmente, critican que la iniciativa no recupere la cota original del monumento y prevea “la reforma de dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro, modificando sus cubiertas, cerramientos y distribución interior”, con la instalación de “varias escaleras mecánicas y un nuevo forjado”, entre otros aspectos.
Además, criticaban la previsión inicial de incorporar “micropilonos de hormigón a los pilares originales”, lo que a su juicio suponía “introducir elementos nuevos disruptivos con el entorno y contrarios a la conservación íntegra” del monumento, sobre todo porque los micropilonos de hormigón “no salvaguardan el patrimonio arqueológico”.
No obstante, la prolongada y ardua negociación entablada entre Adepa y a Consejería de Cultura para alcanzar un acuerdo extrajudicial acabó dando su fruto, con un principio de acuerdo para lograr una salida negociada. Fruto de dicho principio de acuerdo, Adepa remitió a la Consejería de Cultura un borrador inicial para el convenio a firmar entre ambas partes, para modificar el proyecto técnico de rehabilitación y adaptación del monumento.
El mencionado borrador, objeto después de diferentes retoques al proseguir la negociación entre ambas partes, contemplaría entre otros aspectos la renuncia a las medidas inicialmente previstas para reforzar la cimentación, especialmente a los micropilonos de hormigón, los encepados de hormigón o los taladros en los pilares.
Además, el borrador inicial del futuro convenio recogería excavaciones arqueológicas en las naves seis y siete del monumento hasta el nivel original del mismo, así como la excavación y recuperación de los vestigios de la antigua muralla almohade, la supresión de la escalera metálica prevista al final de la nave cuatro, la renuncia a habilitar accesos al monumento desde la calle Dos de Mayo, la conservación de la sala de armas y de mandos del edificio del siglo XVIII o la renuncia a usos hosteleros en el cuerpo superior.
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