Endesa
La ciudad sólo cuenta con 11 coches eléctricos privados matriculados
La inversión público-privada ha instalado 75 puntos de recarga cuatro años gratuita
Los esfuerzos gubernamentales por introducir el vehículo eléctrico entre los ciudadanos, hasta ahora, están obteniendo escaso resultado. En Sevilla se han registrado únicamente once matriculaciones de estos coches, informaron a LA RAZÓN de Sevilla fuentes del Sibus, el Sistema Integral de la Bicicleta de la Universidad de Sevilla, en base a datos de la Agencia Municipal de la Energía. Las estadísticas registraron en los siete primeros meses de este año una única matriculación en Sevilla y provincia. En la comunidad, doce, una menos que en 2011.
Los datos nacionales hablan de que por cada coche eléctrico que se vende se comercializan seis motos eléctricas, que resultan más ecológicas y económicas. En el imaginario colectivo predomina la idea de que el vehículo eléctrico puede dejar tirado al conductor. La mayoría de desplazamientos, no obstante, son por debajo de los 20 kilómetros diarios y un coche eléctrico puede hacer 200 o 300, con un coste un 80% menor al que se haría con gasolina. Los estudios calculan que entre un 65% (el escenario más agresivo) y un 20% (el más conservador) de las ventas de coches en 2050 serán de coches eléctricos, esto es, a largo plazo. La previsión es que el híbrido se impondrá a medio plazo.
La falta de respuesta ciudadana, al margen de la crisis, no puede, en este caso, achacarse al apoyo institucional. Precisamente, este diciembre se puso en marcha lo que el alcalde calificó como «un importante proyecto para Sevilla que tendrá una significativa trascendencia en todas las ciudades europeas en los próximos años». Se trata de 75 puntos de recarga para vehículos eléctricos distribuidos por toda la ciudad y concentrados en 34 ubicaciones, todo ello en el marco del proyecto Movele. El importe total de adjudicación del Movele ha sido de 245.109,60 euros.
El usuario del vehículo eléctrico que utilice la recarga disfrutará gratuitamente de la misma durante los cuatro años de duración de la explotación de la red de puntos de recarga, al tratarse de un proyecto de impulso y fomento de la movilidad eléctrica. El coste asociado al consumo eléctrico de dichas recargas lo asume el titular de las dependencias donde se ubica físicamente cada punto o estación de recarga.
Esta iniciativa de ámbito estatal está promovida y subvencionada por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en la que el Ayuntamiento participa junto a ciudades como Barcelona y Madrid.
Según informó el Consistorio, los trabajos arrancaron en octubre de 2011, tras la adjudicación del contrato a la UTE conformada por Endesa y Cobra, «habiéndose concluido la primera fase de instalación y puesta en marcha (ingeniería, suministro, montaje, legalización y contratación) en diciembre de 2012». La finalización de todas las fases está prevista para diciembre de 2016.
Las principales sedes del Ayuntamiento disponen de estos dispositivos de recarga. En el proyecto participan diferentes empresas públicas y privadas. Además de estos puntos, existen otros trece en la vía pública distribuidos por toda la ciudad. Se trata de estaciones de recarga bimodales, para poder satisfacer los dos modos de conexión que están comercializados.
A contramano:«la cuestión es de dónde procede esa energía»
Un vehículo eléctrico emite entre 40 y 50 gramos de CO2 por km., mientras que un vehículo de combustión de similares prestaciones está siempre por encima de los 100. A Contramano se postula a favor de «la bicicleta asistida», más que del coche o la moto eléctrica. «La cuestión es de dónde proviene esa energía, que sea limpia, de renovables y no sirva para justificar las nucleares», indicó la asamblea ciclista.
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