La estación del Prado se cerrará en enero pese al silencio de la Junta

El Ayuntamiento está dando los últimos pasos para la liquidación de la estación de autobuses del Prado de San Sebastián y terminar el traslado de las líneas que allí trabajan a la de Plaza de Armas. Así lo anunció ayer el delegado de Seguridad y Movilidad, Demetrio Cabello, quien aseguró que se cerrará el próximo 1 de enero, aunque la Consejería de Fomento no haya dado aún el visto bueno para que los autobuses puedan cruzar el Paseo de Colón para llegar a su nuevo destino final.

En este sentido, Cabello puso de relieve que ha mantenido varios encuentros con la Dirección General de Movilidad de la Junta de Andalucía, que «no se ha opuesto» al cambio, por lo que espera que no haya problemas para terminar la operación. Es más, recuerda que la última propuesta llevada por el PP al Parlamento andaluz contó con la abstención del PSOE y la negativa de IU. «Nosotros seguimos para adelante con nuestro proyecto, pero la decisión final no depende de nosotros», comentó Cabello, quien matizó que su obligación es acabar el proyecto. Pese a ello, sí aseguró que en su calidad de vicepresidente del Consorcio de Transportes de Sevilla, presidido por la consejera de Fomento, Elena Cortés, en su último consejo de administración pudo certificar cómo en los presupuestos para el año que viene se contemplan los ingresos de la llegada de las nuevas líneas a Plaza de Armas. «Allí estaba la presidencia, que es la Junta, y no se dijo nada. Es más, me aseguraron que ya estaba certificado en una partida». De hecho, puso de relieve que, según un estudio, la estación asumirá un incremento de líneas y de viajeros del 6%. Se trata de las compañías interprovinciales, ya que el resto tendrán sus paradas en el intercambiador de San Bernardo y en la avenida de Portugal, puesto que según Cabello, la mayoría de sus usuarios son mujeres que trabajan en el servicio doméstico y estudiantes.

Ante las críticas que ha suscitado en la oposición la clausura de la estación, recordó que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006 recogía que «había que cerrarla» y que desde entonces se han llevado poco a poco los autobuses a la nueva ubicación. Se trató de una decisión del anterior Gobierno, algo que han corroborado los propios trabajadores, que según el delegado le han comentado que «no nos han hecho nada en la estación para que nos fuéramos de aquí por aburrimiento». Sobre el futuro de los empleados, destacó que una treintena de ellos que forman la plantilla ya han sido recolocados y que sólo quedan tres, cuyo futuro está pendiente de varias reuniones para que no pierdan poder adquisitivo.