Día Mundial del Medio Ambiente: la economía circular como eficaz herramienta de protección ambiental

¿Qué puede haber más apropiado para entrar en la economía circular que un neumático fuera de uso? Si, desde el primer momento de su vida, la misión de los neumáticos ha sido hacer posible el movimiento de todo tipo de vehículos, por qué van a ser menos útiles porque les llegue el momento de la retirada.

No solo porque su caucho, una vez reciclado, sea un material con el que se puedan utilizar para hacer calzado sostenible, complementos de moda, suelos de campos infantiles y césped artificial para campos de deporte, o construir carreteras. Que también. Es que sería una pena desperdiciar todo ese material. Porque, además, darle una segunda vida contribuye de manera notable a ahorrarle un impacto ambiental negativo al medio ambiente.

Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, es una jornada perfecta para conocer cómo se hace el reciclaje de los neumáticos fuera de uso.

Cadena de reciclaje de los neumáticos

El proceso comienza en los talleres, cuando los neumáticos usados son reemplazados por unos nuevos.

Los que por su estado no pueden entrar de nuevo en circulación a través del mercado de segunda mano, son trasladados a centros especializados para su reciclaje y valorización.

En las plantas de transformación, son triturados y granulados para separar los materiales que los componen, -caucho, acero y fibras-, que tienen múltiples aplicaciones.

Es entonces cuando comienza esa segunda vida que hace posible la economía circular mediante la transformación y aprovechamiento de todos esos materiales.

Segunda Vida

Tan interesante como la diversidad de aplicaciones del polvo de neumático y el caucho reciclado, es que su uso suele mejorar las prestaciones respecto a los materiales a los que sustituye. Además de resultar más interesante tanto desde el punto de vista económico como ambiental.

Construcción de carreteras, césped artificial para campos de deporte y suelos de parques infantiles, son los usos que absorben la mayor parte de los materiales en los que se transforman los neumáticos fuera de uso. Concretamente algo más de la mitad, de las 150.228 toneladas que gestionó Signus en 2020.

En el caso de la construcción de carreteras, el polvo de neumático se ha revelado como un material muy eficiente para la reducción del agrietamiento del pavimento y el alargamiento de su vida útil, entre otras mejoras en materia de seguridad, como propiedades relacionadas con un mejor drenaje del agua.

Por su parte, los campos de fútbol cubiertos con césped artificial, siendo igualmente verdes, son más confortables y seguros para los deportistas por los miles de gránulos de caucho que sirven de base a esa primera capa. Y, además, no necesitan riego, por lo que permiten un importante ahorro de agua.

Las mismas características de seguridad y confort hacen idóneo a este material para la construcción de parques infantiles.

Combustible

Sin embargo, los neumáticos fuera de uso, una vez triturados, no requieren ningún proceso más para ser buen combustible de sustitución en instalaciones industriales, su alto poder calorífico es suficiente.

A cambio, la industria cementera, que lo utiliza como combustible, puede reducir sus emisiones de SO2 (Dióxido de azufre) frente a los tradicionales y conseguir una disminución de emisiones de CO2 debido al origen renovable del contenido de caucho natural.

Utilizar combustible procedente de reciclaje tiene unas indudables ventajas ambientales frente la extracción continua de recursos naturales, por lo que el aprovechamiento energético de los neumáticos fuera de uso completa el trazo de la economía circular aplicada a los neumáticos usados.

Economía circular y protección ambiental

Este proceso de reciclaje y reutilización que es la economía circular, contrasta con el modelo tradicional de “usar y tirar”, que se vincula indefectiblemente a un aumento de demanda y extracción de materias primas, escasas y finitas, y al agotamiento de los recursos naturales. Exactamente lo contrario de lo que debe ser el desarrollo sostenible.

Por otra parte, las emisiones de CO2 y el consumo de energía ligado a la extracción de materias primas de la naturaleza, -y los neumáticos requieren un elevado porcentaje de petróleo y caucho-, tienen un coste ambiental y económico mayor que la fabricación de un producto a partir de materiales reciclados. Por lo que apostar por modelos que impulsen la transición hacia la economía circular contribuye a minimizar nuestra huella sobre el planeta.

El papel de Signus

Signus tiene el objetivo de retirar los Neumáticos Fuera de Uso (NFU) para que sean procesados y obtener así materiales reciclados con valor añadido.

Como Sistema Integrado de Gestión de Neumáticos Usados es una entidad sin ánimo de lucro creada en 2005 por los principales fabricantes de neumáticos (Bridgestone Hispania, Continental Tires, Goodyear Dunlop Tires, Michelin y Pirelli Neumáticos), para cumplir con su obligación legal de hacerse cargo derivados de sus productos una vez finalizada su vida útil, garantizando su recogida y correcta gestión para reducir los residuos que se acumulan en la naturaleza y proteger el medio ambiente.

La economía circular, a través de la reutilización, reciclado y otras formas de valorización, es el sistema óptimo para garantizar esa protección ambiental. Y el principal motivo que ha llevado a este tipo de entidades por avanzar en este modelo.