Vivienda
Compra esa segunda vivienda de lujo con la que siempre has soñado gracias a Abriqot
La startup está ganando terreno en la compra-venta de espectaculares casas para hacerlas más accesibles a bolsillos menos abultados. Eso sí, tendrán que compartirlas con otros propietarios.
¿Habéis oído hablar del coworking? Sí, ¿verdad? Una serie de empleados o unas cuantas pequeñas empresas alquilan un local para contar con un espacio de trabajo y compartir así gastos. Pues bien, imaginaos que ese concepto se traslada a una vivienda de lujo.
A ti y a los tuyos os ponen en contacto con otras cuatro familias con el objetivo de que entre todas reunáis la cantidad de dinero necesaria para disfrutar de una de esas casas de ensueño en la playa o en la montaña por nombrar un par de lugares. Se establece un calendario y te turnas con los otros propietarios para disfrutar de la vivienda durante períodos determinados de tiempo.
Y pensarás: qué complicado debe ser ponerse de acuerdo con las demás familias, cuadrar días de estancia, tener posibles problemas a la hora de decidir si alguien debe pagar más o menos… De todos esos inconvenientes se encarga Abriqot, una de las startups españolas con mayor proyección en la actualidad.
Con un negocio basado en la economía inmobiliaria compartida, Abriqot divide las propiedades en ocho fracciones, que coinciden con el máximo número de copropietarios del inmueble. Cada fracción da derecho a disfrutar del inmueble una media de seis semanas y media al año de forma escalonada, como por ejemplo en escapadas de fin de semana, y con flexibilidad de planificar en el último momento o hasta con 24 meses de antelación. Se permite, además, elegir diversas “fechas especiales”, como puentes, Navidad o vacaciones de verano.
Además, tras una serie de exhaustivas entrevistas a los propietarios, es la propia empresa la que se encarga de escoger a aquellos que tienen mayor afinidad. Todos se someten a una especie de pacto de buena conducta y ninguno tendrá que preocuparse tampoco de la gestión de impuestos y otros cargos de la vivienda.
Con respecto a la limpieza, el mantenimiento y las reparaciones, Abriqot también asumirá la responsabilidad. Y un punto muy interesante: la fracción obtenida de la propiedad equivale a un activo inmobiliario y no a un periodo de tiempo de uso.
¿Esto qué quiere decir? Lo explica en un comunicado Carter Nicholas, CEO de la compañía: “Con Abriqot, la fracción del inmueble es una propiedad real y, por ello, su valor oscila con el mercado: si suben los precios y se revaloriza el inmueble, los usuarios también pueden ganar un rendimiento. Cuando el propietario decide vender, el proceso es tan sencillo como la compra, y además las fracciones ofertadas tienen el atractivo de que en el mercado estarán muy demandadas porque las viviendas se encuentran en lugares muy valorados”.
Hasta ahora, Abriqot solo opera en España, aunque tiene pensado dar el salto a otros países como Italia y Francia.
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