Ayuso, año I: de la gestión de la pandemia a la reactivación

Hoy Isabel Díaz Ayuso asiste a la misa solemne de la Virgen de la Paloma, al igual que hiciera en 2019 en el que sería su primer acto oficial como presidenta de la Comunidad de Madrid. Ha pasado un año de una legislatura nada fácil que arrancó tras las arduas negociaciones a tres bandas con Cs y Vox para salir del bloqueo y formar el que sería el primer gobierno de coalición en la región.

En medio de ese fuego cruzado, la región asistía al que sería el mayor incendio del siglo en tierras madrileñas, el de Cenicientos y Cadalso de los Vidrios. Ayuso firmaría después un importante acuerdo con sus homólogos de Castilla-La Mancha y Castilla y León para colaborar en la extinción de los incendios. A la fuerza de la naturaleza tuvo que enfrentarse de nuevo cuando sólo llevaba una semana en la Real Casa de Correos: unas riadas históricas generaban graves destrozos en muchos municipios del sur y del este de la región. Se ponía entonces en marcha un plan de ayudas para mitigar los daños.

En sus primeros 100 días ya se habían puesto en marcha y desarrollado más de 200 actuaciones; de ellas, 107 relacionadas con el acuerdo de Gobierno alcanzado al arranque de la legislatura. Entre ellas el abono transporte gratuito en todas las zonas para los mayores de 65 años; la mesa contra la ocupación ilegal y para facilitar el acceso a la vivienda con el Ayuntamiento de Madrid. Según destacan desde el Gobierno regional, en un año, casi el 80% de las medidas de este acuerdo están cumplidas o en marcha. También desde el punto de vista legislativo, se ha impulsado la reforma de la Ley del Suelo, el anteproyecto de Ley para la reforma del Estatuto de Autonomía; el anteproyecto de Ley de Emprendimiento Colectivo; el anteproyecto que modifica la Ley de Víctimas del Terrorismo, el de Protección Civil y Gestión de Emergencias y el anteproyecto de modificación de la Ley del Juego.

Pero si hay algo que ha marcado este primer año es, sin lugar a dudas, la pandemia de coronavirus. La Comunidad se adelantaba desde un primer momento en adoptar medidas para tratar de contener la expansión del coronavirus. El 9 de marzo –cuatro días antes de que el Gobierno declarara el Estado de Alarma– aprobaba una primera batería de medidas, como el cierre de los colegios y universidades y ya entonces se habían cerrado los centros de mayores.

Sufría la presidenta los efectos en primera persona cuando daba positivo en las pruebas PCR. Durante su cuarentena se triplican las camas UCI, se establecía un mando único sanitario y llegaban aviones con más de 1.600 toneladas de material sanitario. Pero si algo marcó un antes y un después fue la puesta en marcha en Ifema del que se llamaría posteriormente «hospital milagro» y que alivió la presión sobre los hospitales públicos y privados de la región y del que ahora coge el testigo el hospital de Emergencias que se está levantando en Valdebebas y llevará por nombre Isabel Zendal.

Ya en mayo, Ayuso presentaba el Plan para la Reactividad de la Comunidad tras el Covid, un conjunto de medidas de apoyo a sectores clave como la hostelería, la agricultura y la ganadería, la cultura y el ocio y de eliminación de trabas burocráticas para activar la economía y el empleo. Estas acciones, según la estimación del Gobierno regional, evitarán una pérdida de 1.000 millones de euros para la economía madrileña.

Y es que la economía y la creación de empleo forman parte de las prioridades del Gobierno de Ayuso. En los meses previos a la llegada de la pandemia, se convierte en la principal locomotora económica del país, adelantando en PIB a Cataluña por primera vez. Además el mayor proyecto urbanístico que va a tener Europa en los próximos años, Madrid Nuevo Norte, se desatasca después de tantos años. Díaz Ayuso también ha firmado el Pacto Regional por la Vivienda con los principales agentes inmobiliarios de la región, sector clave para la recuperación que aporta el 7% de empleo directo y el 15% del indirecto, y es el responsable del 10% del PIB madrileño.

También avanza el Arco Verde, el proyecto más ambicioso en materia medioambiental. En el ámbito educativo durante el curso 2019/20 se ha alcanzado la cifra récord de 140,2 millones de euros en becas y ayudas educativas y se ha aprobado la prohibición de móviles en centros educativos para evitar el ciberacoso y optimizar los resultados académicos. Asimismo se lleva a cabo un Plan de Transformación Digital en los campus universitarios y se ha firmado un plan para cancelar la deuda con las universidades públicas.

En tiempos de incertidumbre, la Comunidad de Madrid ha cancelado anticipada y totalmente dos operaciones de préstamo a largo plazo (1.153 millones de euros), por lo que ya no tiene ningún tipo de compromiso a modo de deuda con el Estado. De hecho, se ha convertido en la primera autonomía en realizar una emisión pública de bonos verdes (700 millones de euros de un bono verde a siete años). Y todo esto siendo, también, la región que más aporta a la solidaridad interterritorial: 4.093 millones de euros, el 68% del total.