Más de 10.000 opositores se presentan a las pruebas para ser funcionario del Estado en Ifema y la Autónoma de Madrid

Una imagen espectacular. Miles de opositores se han presentado hoy a las pruebas de acceso al Cuerpo General Administrativo de la Administración del Estado en Madrid, en una jornada que ha dividido a los aspirantes en distintas facultades universitarias de la Universidad Autónoma de Madrid y otros espacios, como los pabellones 3 y 9 de la Feria de Madrid (Ifema).

Aproximadamente más de 10.000 personas, según estimaciones en base a la convocatoria, se han dado cita a las 9 de la mañana para “probar suerte” o “aprovechar la oportunidad” para conseguir la plaza de funcionariado público de España, tal y como han señalado a Efe algunas aspirantes.

Los nervios y la incertidumbre capitalizan el sentir general en las colas previas a la entrada al pabellón 3 de Ifema, uno de los enclaves en los que se realizan los exámenes.

Algunos de los opositores reconocen que han acudido al examen para ver cómo es la prueba, sin aspiraciones de aprobar o conseguir la plaza, debido al “poco tiempo” que llevan estudiando y la dimensión del temario que deben conocer.

“Para el C1 de administrativo del Estado son 48 temas”, cuenta una opositora que lleva estudiando cuatro meses y considera, al mismo tiempo, que venir a conocer las pruebas es necesario para pasar con éxito los “futuros exámenes”.

Para acceder al examen, los aspirantes deben firmar una declaración jurada de que no han tenido síntomas de Covid-19 en las últimas horas, en tanto que no es necesario presentar una prueba PCR negativa ni el certificado de vacunación, según explica un miembro del voluntariado que organiza la entrada de los opositores.

Durante el examen, las personas que se presentan no pueden levantarse para ir al baño y solo pueden acceder con un bolígrafo, una mascarilla quirúrgica o FFP2 -las de tela están prohibidas-, el Documento Nacional de Identidad y una botella de agua, asegura el mismo voluntario.

La duración total de la prueba es de “100 minutos desde que empieza el examen”, subraya otro voluntario de la organización, que también explica que una vez empezada, nadie puede entrar en la instalación en la que se lleva a cabo.