Investigación
Accidente de Villalba: todos pendientes de la autopsia de Polina
Los agentes de la Guardia Civil analizan también si las cuatro fallecidas se pusieron el cinturón de seguridad
Una investigación en marcha. La Guardia Civil de Tráfico está cotejando todos los datos y los indicios tras el terrible accidente que el domingo de madrugada segó la vida de cuatro jóvenes que viajaban un mismo coche en la M-608 al colisionar con otro, en el que resultó herida su conductora.
Los agentes están analizando las huellas y la frenada del vehículo siniestrado, han hablado con testigos y están pendientes de la autopsia de las fallecidas, especialmente de la conductora, una investigación que tardará un tiempo, han indicado fuentes de la Benemérita.
No obstante, los primeros indicios, testimonios y esa corta huella de frenada del vehículos apuntan a que la conductora, Polina B., de 26 años, perdió el control del vehículo por algún despiste, incidente en la carretera, desvanecimiento y por quedarse dormida.
La Guardia Civil está reconstruyendo ya lo ocurrido. Polina había acudido ella sola con su coche a Villalba -se desconoce si esa noche había estado trabajando en el local de copas que regente- a recoger a su hermana, de 15 años, y a dos amigas de esta, de 13 y 16 años, que viven en Moralzarzal y habían acudido a las fiestas de San Antonio de Padua de Villalba.
Los agentes tienen que analizar si todas se pusieron el cinturón de seguridad. Sea como fuere, se subieron a un Toyota Aigo negro y tomaron la M-608. Sobre las 5:50 horas, en el kilómetro 38, fue cuando se produjo el trágico accidente, en el que fallecieron en el acto las cuatro jóvenes. Una zona en el que se estrecha bastante el arcén y que los vecinos califican de 'punto negro' de la carretera porque se han producido varios siniestros allí.
En ese lugar, sin apenas frenada, el vehículo perdió el control, dio varios volantazos y acabó colisionando frontolateralmente con otro, un Seat Arona, que circulaba por el carril contrario en esta vía de doble sentido. La conductora, una guardia civil de 30 años, que acudió a trabajar a su puesto en Villalba, no tuvo tiempo a reaccionar y recibió un brutal impacto.
Como consecuencia de ello, tuvo que ser también rescatada por los Bomberos de la Comunidad de Madrid y luego atendida por los sanitarios del Summa. Presentaba múltiples fracturas graves, sobre todo en piernas y espalda, por lo que tuvo que ser trasladada al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda. La agente afirmó, desde el primer momento, que no le dio tiempo a reaccionar, con el coche literalmente encima. Ella misma, pese a estar herida, fue la que dio parte del siniestro.
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