Formación musical

El arte como hilo educativo en una noche en el Museo del Prado

Los Premios Grado Musical Excelencia 2025 reconocen la música como motor de crecimiento y transformación

Los premiados, durante el acto de entrega
Los premiados, durante el acto de entregaFundación Grado Musical

El Museo del Prado acogió la noche del 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, la ceremonia de los Premios Grado Musical Excelencia 2025. Un espacio idóneo para reforzar la idea central del certamen: que la educación musical de calidad desarrolla competencias técnicas y, además, ensancha la percepción, orienta la sensibilidad y fortalece la comprensión del mundo interior. La Fundación Grado Musical sostiene esa convicción con trabajo constante para demostrar que la excelencia es inclusiva cuando se fundamenta en una propuesta pedagógica clara.

Desde esta premisa, la ceremonia se concibió como una afirmación del valor educativo del arte. La Fundación sitúa así a la música dentro de una tradición cultural amplia, donde distintas disciplinas dialogan y donde la formación estética se integra en un proyecto formativo completo. Por eso, el acto no solo reconoció méritos, sino que invitó a reflexionar sobre el papel que la música ocupa en la escuela y en la vida de los jóvenes.

Antes de la entrega de premios, los asistentes participaron en una visita privada por algunas de las obras maestras del museo. El recorrido permitió observar cómo, a lo largo de la historia, el arte ha ampliado la mirada y ha ofrecido un marco simbólico para comprender la existencia humana. La Fundación plantea la educación musical desde esa misma perspectiva: no como una práctica aislada, sino como un canal que acompaña al alumno en su proceso de crecimiento intelectual y emocional.

Premiados y categorías

La ceremonia distinguió a estudiantes que han destacado en su trayectoria dentro del Programa Grado Musical. Las categorías Rendimiento Excelente, Constancia y Esfuerzo y Enseñanzas Oficiales reflejaron diferentes formas de avanzar en un aprendizaje exigente, donde la disciplina se combina con la creatividad y la escucha atenta. Los premios subrayaron que la música es un espacio donde cada alumno puede encontrar un modo particular de expresión y un camino de mejora personal.

También se homenajeó a los centros educativos que han incorporado el Programa en su proyecto pedagógico. Entre ellos se encontraban los colegios Juan Pablo II de Alcorcón y Parla, los Sagrado Corazón de Chamartín y Rosales, Blanca de Castilla, Corazón Inmaculado, Edith Stein e Irlandesas El Soto. Se sumaron también Fuenllana, Andel, el Colegio Internacional de Aravaca, Stella Maris College, Stella Maris La Gavia, Arturo Soria, el Colegio San Ignacio de Loyola y Tempo Musical. Esta diversidad mostró la amplitud del programa y la solidez de una propuesta que se adapta centros distintos con coherencia.

Cristina del Río Villegas, directora de Music Box Learning, recibe el Sello Madrid Excelente de manos de Elena Mantilla
Cristina del Río Villegas, directora de Music Box Learning, recibe el Sello Madrid Excelente de manos de Elena MantillaFundación Grado Musical

En su intervención, Cristina del Río Villegas, directora de Music Box Learning, comentó la raíz humanista del proyecto: «Estamos aquí porque pensamos que el hombre tiene un sentido más grande y más alto que él mismo. La música nos deja asomarnos un poco a ese sentido». Su mensaje recordó que la educación musical no se limita a un repertorio o a una técnica, sino que ilumina la experiencia y estimula la construcción personal.

Uno de los momentos destacados del acto fue la entrega del Sello Madrid Excelente al Programa Grado Musical. La directora general de Madrid Excelente, Elena Mantilla, subrayó el valor de reconocer iniciativas que mantienen un compromiso sostenido con la calidad y destacó el trabajo que Music Box Learning desarrolla en la Comunidad de Madrid. La distinción se hizo extensiva a todos los centros donde se imparte el programa, que recibieron la placa acreditativa correspondiente.

El Premio Ruesma a la institución educativa musical se otorgó al Teatro Real por su Agrupación Musical Inclusiva. Su director, Francisco Borro, recogió el galardón en nombre de la institución. La fundación destacó que este proyecto demuestra cómo la excelencia artística puede convivir con la inclusión, y cómo la música ofrece un terreno en el que personas con capacidades diversas pueden participar de un mismo proceso creativo.

La ceremonia concluyó con la actuación de un cuarteto de cuerdas, un cierre que devolvió al sonido el hilo conductor de la noche. La música actuó como síntesis de lo celebrado: una herramienta formativa, un espacio de encuentro y un medio para transformar la experiencia educativa.