Tribunales
Al banquillo una cuidadora en Madrid por tratar de matar dos veces a una niña
La acusada, de nacionalidad rumana, está en prisión provisional desde el 29 de noviembre, ya que tras arrancar el juicio, la Fiscalía pidió esta medida argumentado que existe riesgo de fuga
La Audiencia Provincial de Madrid reanuda este martes, y previsiblemente finalizará, el juicio a la empleada de hogar acusada de intentar matar en dos ocasiones a una niña de dos años a la que cuidaba en 2018.
La Fiscalía pide 25 años de prisión para la acusada, R.N., por un delito de asesinato en grado de tentativa, así como una indemnización de 8.000 euros por los días que tardaron en curar sus lesiones y una multa de 15.000 euros por los daños morales causados.
La acusada, de nacionalidad rumana, está en prisión provisional desde el pasado 29 de noviembre, ya que tras arrancar el juicio la Fiscalía pidió esta medida argumentado que existe riesgo de fuga. Ya estuvo en prisión desde el 16 de mayo, tras ser arrestada por los hechos, hasta el 13 de noviembre de 2018.
Durante su declaración mantuvo que "en ningún momento" en el año y medio que trabajó con la familia golpeó ni lanzó ningún objeto contundente a la niña que la causara las lesiones descritas en los partes médicos.
Este martes declararán médicos que atendieron a la niña y se prevé que el juicio quede visto para sentencia.
Los hechos se produjeron el 28 de febrero y el 13 de marzo de 2018 cuando la niña tenía casi dos años y R.N. llevaba desde septiembre de 2016 realizando tareas domésticas en el domicilio y cuidando de la niña y de sus hermanos de cuatro y seis años.
Según el relato de la Fiscalía, la primera agresión se produjo el 28 de febrero de 2018, cuando la niñera se encontraba a solas con los menores en el domicilio familiar y agredió "violentamente" a la más pequeña en la cabeza con algún objeto contundente no identificado, a sabiendas de que su ataque podía causarle la muerte y que la víctima no podía defenderse.
Tras la exploración clínica se le diagnosticó "contusión cervical y traumatismo craneoencefálico leve" y para aliviar el dolor le prescribieron ibuprofeno, aunque tras los golpes la niña comenzó a tener dificultades para dormir e incapacidad para permanecer tumbada porque no podía mover el cuello, por lo que fue necesario colocarle un collarín cervical.
La empleada del hogar intentó acabar con la vida de la niña por segunda vez el 3 de marzo de la misma forma, es decir, golpeándola en la cabeza, según el Ministerio Público, que detalla que la menor la menor sufrió varias fracturas y hematomas y fue ingresada en la unidad de reanimación del servicio de neurocirugía para controlar la evolución de las lesiones ante el riesgo vital de las mismas.
La niña permaneció dos días hospitalizada y tuvo que llevar de nuevo collarín cervical durante dos meses para curarse.
Según el forense que declaró en el juicio, "un objeto contundente" provocó la fractura en la parte izquierda del cráneo que sufrió la niña este segundo día, precisando que la lesión en el cuello podría haberle provocado la muerte.
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