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Acción

El cine se entrena: la escuela madrileña donde te enseñan a caer, arder… y levantarte”

Dobles de acción: los héroes invisibles del cine se forman en una escuela única en España, dirigida por Ángel Plana, pionero en el entrenamiento de especialistas.

Para muchas personas, ir al cine es uno de esos placeres sencillos pero intensos. Te sientas, se apagan las luces… y durante dos horas vives historias que probablemente nunca te ocurrirán. Te atrapan los personajes, te ríes, te emocionas, a veces hasta se te escapa una lágrima. Pero lo que pocas veces te preguntas es: ¿cómo puede ser que ese actor caiga desde un quinto piso, salga ileso de una explosión o conduzca a toda velocidad por una autopista abarrotada? La respuesta está detrás de las cámaras, en quienes rara vez aparecen en los créditos: los dobles de acción.

Dobles de acciónla Razón

En Madrid, Ángel Plana lleva más de tres décadas formando a estos profesionales. Su escuela fue la primera en abrir sus puertas en España, y hoy es una referencia dentro y fuera del país. Allí se aprende a recibir un puñetazo sin que duela (demasiado), a rodar por las escaleras sin romperse, a derrapar con un coche, a combatir con espadas de atrezo… e incluso a prenderse fuego sin salir quemado. “Hacemos lo que llamamos ‘la barbacoa’. En el último curso quemamos a 35 personas al mismo tiempo. Fue un récord mundial”, cuenta entre risas Plana.

Ahora bien, detrás de las escenas espectaculares hay una preparación durísima. “El primer mes es fundamental. Les damos mucha caña. Si no aguantan, se van. Es una especie de selección natural”, admite el instructor, que ha visto pasar a cientos de alumnos por sus entrenamientos. El curso completo dura diez meses e incluye desde lucha escénica hasta prácticas en túnel de viento, pasando por conducción evasiva, peleas con palos y saltos desde gran altura. La mayoría de los que terminan encuentran trabajo en series, películas o espectáculos en vivo, dentro y fuera de España.

Y no está mal pagado: el mínimo ronda los 600 euros por día de rodaje. Pero si el trabajo implica un riesgo mayor —volcar un coche, caer desde 20 metros o arder en llamas—, la cifra puede subir hasta los 3.000 euros por jornada. Eso sí, el precio del espectáculo es alto: el cuerpo va al límite, y una mala caída puede dejarte fuera durante meses.

dobles de acciónLa Razón

Ahí es donde empieza el verdadero problema. En España, los especialistas están cubiertos por el seguro que contrata la productora mientras dura el rodaje. Pero más allá de eso, no existe una póliza privada específica que puedan contratar por su cuenta. Las aseguradoras consideran que este oficio tiene un nivel de riesgo inasumible. Si un especialista se lesiona, simplemente deja de cobrar.

Por eso, Plana defiende la creación de un fondo común entre los propios profesionales: una especie de red de apoyo para los que, por una lesión, se quedan sin trabajar. “Si no estás en activo, no ingresas nada. Estaría bien organizarnos, aportar una pequeña cuota mensual y ayudar al que lo necesite”, propone. Sabe que en países como Estados Unidos, Francia, Alemania o China ese tipo de asociaciones ya existen. Aquí todavía no. Pero como en toda buena escena de acción, siempre hay un momento en el que hay que dar el salto.