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Cambio climático
La sequía en Alemania baja tanto el caudal del río Rin, que podría dejar de ser navegable y hundir la economía germana
En varios lugares la profundidad ha descendido por debajo de un metro: en algún tramo estrecho cerca de Coblenza el nivel fue de solo 56 centímetros en 2022
Quizás en España, un país en el que no hay apenas cursos fluviales navegables y son en general poco caudalosos, resulte difícil de entender la importancia de estas vías de navegación pero en otros, como Alemania, la falta de agua provocada por la dura sequía que azota amplias zonas de Europa desde hace años está provocando graves problemas. Además, las nevadas por debajo del promedio del invierno pasado y el continuo derretimiento de los glaciares suponen una pérdida importante de caudal, según el servicio meteorológico federal suizo.
La situación empezó a complicarse el año pasado, cuando el caudal de algunos ríos comenzó a bajar, especialmente en el caso del Rin, una auténtica "autopista" que vertebra el sur de Alemania y que sirve para suministrar mercancías a importantes ciudades.
Normalmente, la profundidad media del río es de unos dos metros en esta época del año. Sin embargo, en varios lugares ha descendido por debajo de un metro, hasta el punto de que, por ejemplo, en algún tramo estrecho cerca de la ciudad germana de Coblenza, el nivel era de solo 56 centímetros a principios de agosto del año pasado. La sequía también paralizó el transporte interior a lo largo del Rin en 2022, con niveles de agua en Kaub, cerca de Frankfurt, la parte menos profunda del río, cayendo por debajo de los 40 cm.
Sin embargo, la situación, lejos de mejorar, ha ido incluso a peor en algunas zonas y este verano su caudal está bajando a niveles críticos, especialmente para el trasporte de mercancías. Alemania ya está en recesión técnica y los problemas en un río tan emblemático como éste solo agravan su situación.
Algunas empresas, como las químicas BASF, cuya sede se encuentra en Ludwigshafen, en el sudoeste de Alemania, o la siderúrgica Thyssenkrupp AG se están viendo afectadas por el bajo caudal y se están viendo obligadas a variar sus planes para poder seguir trabajando con normalidad. No hay que olvidar que Basf recibe a través de este río un 40% de las materias primas que necesita, mientras que la segunda, la mayoría de ellas, según Reuters. Además, Covestro envía un 30% de sus productos acabados por el río.
Tanto BASF como Covestro están sustituyendo las grandes naves que utilizan habitualmente por embarcaciones más pequeñas que puedan navegar de manera fiable sin riesgo de que embarranquen en las zonas en las que el caudal es más bajo. De hecho, algunos productos inflamables o tóxicos tienen limitaciones para ser transportados y dependen en gran medida del río.
La embarcación adaptada, denominada Stolt Ludwigshafen, tiene una eslora de 135 metros y una manga de 30 metros. Se supone que su tamaño, forma y materiales de construcción livianos le permitirán hacer frente incluso a niveles de agua "extremadamente bajos" sin afectar su maniobrabilidad. “El nuevo buque representa un componente clave de nuestras medidas de resiliencia climática y asegura un suministro estable para nuestros clientes e instalaciones de producción”, dijo al periódico alemán Die Welt el presidente del complejo europeo de BASF, Uwe Liebelt.
Estas características permiten que el barco pase el punto crítico del río Rin cerca de Kaub con una carga útil de 800 toneladas incluso a un nivel de ancho de vía de 30 centímetros (que corresponde a una profundidad de agua de 1,6 metros). En niveles de agua moderadamente bajos, su capacidad de carga de alrededor de 2.300 toneladas será el doble que la de los buques de navegación interior convencionales. En general, Stolt Ludwigshafen contará con una capacidad de carga máxima de 5.100 toneladas, explicó Stolt Tankers, la naviera que los construye.
Otras empresas como Thyssenkrupp han optado por sustituir el río por el ferrocarril y están transportando el carbón que necesitan para fabricar acero en tren.
El Rin es una de las vías navegables más transitadas del mundo; para los buques de carga, el estiaje conlleva graves restricciones. Por ejemplo, para cruzar el cuello de botella cerca de Coblenza completamente cargados, los barcos necesitarían una profundidad de agua de 1,50 metros. Por lo tanto, los barcos solo pueden cargarse parcialmente, lo que aumenta los precios de las mercancías que transportan. Y si el agua no sube pronto, algunos barcos no podrán siquiera navegar.
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