«Michael H.»: Haneke, delante y detrás de la cámara

Michael Haneke es un director, y un tipo, bastante especial, y él lo sabe muy probablemente. Al menos, así lo deducimos del documental austríaco realizado por Yves Montmayeur, donde se recorre la carrera artística del autor apoyado en varios extractos de sus filmes («La cinta blanca», «Caché»...), así como en declaraciones de los actores con los que ha trabajado («él lo pasa bien, pero el resto del equipo tenemos miedo, estamos tensos», confiesa uno de ellos) y del propio Haneke, quien desmenuza su manera de rodar, y habla sobre conceptos como la muerte, el pasado propio, la realidad, el tratamiento siempre polémico de la violencia en sus filmes (el espectador evita la confrontación directa con ésta y apela por ello «a la psicología del director», a unas posibles influencias traumáticas sobre el mismo, indica de manera irónica), lo complejo que resulta plasmar en una pantalla los sueños (no pudo hacerlo bien «ni el propio Bergman»).... Una personalidad fascinante, un hombre Haneke que sabe reírse aunque «roza la brusquedad», añade alguien, y un filme altamente estimulante para los numerosos fans del autor de «Amor», entre otras obras maestras. En Oviedo, al recibir el Príncipe de Asturias de las Artes, ya le escuchamos: «El cine se muere, pero no lo hará aún del todo». Ojalá esta vez se equivoque.