Motor
La pareja española formada por Carlos Sainz y Lucas Cruz parten como favoritos para renovar el triunfo logrado el año pasado en el Dakar de Arabia. “Tenemos los deberes hechos”, ha declarado el piloto madrileño que, a sus 58 años, afronta un nuevo reto para agrandar la carrera deportiva más brillante del automovilismo español. Junto con Lucas Cruz, intentarán una victoria más en su palmarés. En contraste con las impresiones habituales de Sainz, esta vez Carlos se ha mostrado optimista con el resultado, “a pesar de que el Dakar es siempre imprevisible”.
Para ello confía “en el mejor Mini que he conducido jamás” después de tener la experiencia de haber pilotado para la marca britaniza en los dos últimos años. “Tenemos los deberes hechos para ganar”, declaró el madrileño, tras haber participado en dos carreras cortas en Arabia el último mes en las que ha conseguido un segundo puesto y una victoria. “Ha sido positivo poder participar en dos carreras de dos días, separados por otros dos días de descanso. Eso nos ha proporcionado un ritmo de carrera parecido al que nos vamos a encontrar en el Dakar y poder tener un contacto con un terreno desértico en Arabia”.
Por su parte, Carlos Martínez, director general de Mini para España, ha destacado el espíritu ganador de la pareja formada por Sainz y Cruz y confió en su profesionalidad para conseguir un nuevo triunfo en el Dakar para la marca. Recordó que Mini ya consiguió una victoria en esta prueba en el 2012 y ha conseguido varios triunfos, el último de ellos el año pasado con Sainz al volante. “Con ello continuamos con la tradición de Mini en competición, que cuenta con triunfos en carreras de primer nivel, como los triunfos en el Rallye de Montecarlo en los años 1964, 1965 y 1967”.
Para Sainz Toyota serán los principales rivales de esta edición del Dakar, con Nasser Al Attiya como piloto a batir. “Parece que los Toyota han incrementado su potencia y, por lo que he visto, han mejorado sus suspensiones”. Los otros rivales será los coches del equipo Prodrive, si bien, en su opinión, “ganar el Dakar en la primera participación no es imposible, pero si lo considero muy difícil”. Si bien, al equipo formado por Nani Roma y Sebastián Loeb lo considera muy potente. “Que vuelva Loeb a la carrera significa un plus de calidad para la prueba”, afirmó el ganador de la pasada edición.
Para el madrileño la situación este año es aún más difícil que en ediciones anteriores por culpa de la pandemia. Arabia ha cerrado sus fronteras, pero ha asegurado una circulación sin problemas para los participantes en el Dakar. Pero los pilotos tendrán que cumplir una serie de condiciones de seguridad básicas. Según explicó el piloto de Mini, hará el viaje a Arabia el lunes 28 en un vuelo especial fletado por la organización y previamente tendrá que someterse a un PCR. Al llegar al Riad tendrá un nuevo control y estará confinado al menos 48 horas en el hotel. Toda la organización de la carrera está en una burbuja para evitar contagios y, además, pilotos y mecánicos se someterán a controles aleatorios a lo largo de la prueba.
Por su parte, Lucas Cruz se refirió a las dificultados añadidas de este año, como son la entrega de los “road-boock” sólo media hora antes del inicio de cada etapa o el hecho de que el libro de ruta se facilite este año en una “tablet”. Este sistema ofrece más dificultades para fijar la vista en la pantalla en cada irregularidad del terreno y no da facilidades para consultar las hojas de la ruta que se aproximan, ya que la pantalla solo te la una visión de los puntos más cercanos y es más difícil consultar los siguientes puntos de control. Respecto al recorrido, parece que, al estar orientada la carrera más hacia el norte, se evitarán las zonas más rápidas de la segunda mitad de la edición del año pasado.
Por último, Sainz está convencido de que Fernando Alonso regresará a Dakar cuando termine su etapa actual en la Fórmula Uno. Sobre la presencia de su hijo en Ferrari, cree que Carlos Jr es consciente de la responsabilidad de ser piloto de una escudería tan prestigiosa y está seguro de que mejorará la competitividad de los monoplazas de Maranello en la temporada que viene. “Carlos está muy ilusionado”, declaró el padre del piloto de Ferrari.