Industria
“El Gobierno tiene que corregir los disparates que está haciendo con el impuesto de matriculación”
Francisco Pérez Botello, presidente de VW Group España Distribución, afirma que “hay que cambiar la fiscalidad del automóvil para reactivar el mercado sin disminuir la recaudación. España no se puede permitir perder estos ingresos por una cuestión puramente ideológica”
La necesidad de cambios estructurales y de actitud por parte del Gobierno hacia el automóvil son necesarios para que nuestro país siga manteniendo la industria española del motor en opinión del director general del grupo Volkswagen en España, Francisco Pérez Botello, que estima que es urgente corregir algunas decisiones recientes del Gobierno, como la subida reciente de impuestos de matriculación, decisión que calificó de “disparate” que ha costado a las arcas del Estado más de 150 millones de euros por falta de recaudación del IVA de los coches no vendidos. “España no se puede permitir perder estos ingresos por una cuestión puramente ideológica”, puntualizó.
Para el directivo de Volkswagen, decisiones como la de no establecer una moratoria en la aplicación de las nuevas mediciones WLTP, como hicieron nuestros vecinos Francia y Portugal, han sido responsables de la caída del mercado interior en enero, del 51,5% respecto al mismo mes del año pasado. Otros países de nuestro nivel han tenido descensos mucho más moderados, como el 5% de Francia o el 14% de Italia. Esta es una actitud negativa que se percibe en el exterior como ataques del Gobierno hacia el sector del automóvil y, lógicamente, como las decisiones de nuevas inversiones se toman en las centrales fueras de nuestras fronteras, no favorece a que los proyectos de futuro vengan a nuestro país. Hay que tener en cuenta que España está alejada de los grandes mercados y que algunos países de Europa del este tienen buenos parques de proveedores y salarios más reducidos.
Para Pérez Botello es necesario un giro de timón en la política del Gobierno frente al automóvil que, además de incentivar el mercado y reducir el nivel de emisiones, transmita a la industria la sensación de que España es un país que apoya a su principal sector industrial. “En las sedes de las empresas no se creían que no se fuera a establecer una moratoria en la aplicación de impuestos. Este ha sido un golpe a la credibilidad de nuestro país como receptor de nuevas inversiones en proyectos de futuro”.
Todo el sector ha solicitado al Gobierno un cambio de fiscalidad para el automóvil que sustituya al actual impuesto de matriculación. Una tasa que está suprimida en la gran mayoría de los países de la UE. A cambio de suprimir este impuesto a la compra de un coche nuevo, se propone la creación de una tasa anual que afecte a todos los automóviles del parque en circulación y que se aplique en función del nivel de emisiones de cada vehículo, independientemente del kilometraje que haga anualmente. Un pequeño impuesto pero que, al afectar a todo el parque rodante, estimado en más de veinte millones de vehículos, supondría para las arcas del Estado un beneficio muy superior a lo recaudado actualmente por el impuesto de matriculación. Con estos ingresos, se podría pagar a las CCAA lo que perciben ahora por la matriculación y además quedar un remanente para el Estado.
Esta medida supondría no sólo un incremento fiscal, sino que tendría una repercusión positiva en todo el sector. Provocaría que, al pagar más, los coches más viejos irían siendo sustituidos por vehículos con menos años que pagan menos, con lo que se mejoraría el nivel de emisiones de gases a la atmósfera, así como la seguridad en la circulación. Y de igual forma se activaría el mercado de coches nuevos, dato importante para el mantenimiento de la industria de fabricación en nuestro país. Pérez Botello aportó el dato de que, si en Madrid se sustituyeran los coches de más de 10 años por automóviles nuevos de motor diésel, la contaminación proveniente de los gases de escape disminuiría en un 60%.
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