Cargando...

Historia

Citroën 2CV, 76 años de leyenda sobre ruedas

Fue un modelo mítico que se fabricó en España y contribuyó a desarrollar la automoción en nuestro país

Citroën 2CV, tres cuartos de siglo de leyenda sobre ruedas Citroën

Este otoño se cumplirán 76 años del nacimiento de uno de los automóviles más populares del mundo. Pensado y creado como un vehículo para agricultores, el Citroën 2CV. prolongó su vida comercial durante más de cuatro décadas, de 1948 a 1990, adaptándose a los cambios sociales y técnicos y convirtiéndose en un mito de la historia del automóvil. En 1948, en el Salón del Automóvil de París, se esperaba con expectación la llegada de un nuevo modelo de Citroën, su primer lanzamiento después de la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, con tracción delantera. Nadie pensaba en grandes alardes técnicos o estéticos. Sin embargo, Pierre Boulanger, director general de Citroën y artífice de este nuevo proyecto había creado el coche del futuro. El origen de la idea surgió trece años antes Boulanger, entonces director de la Oficina de Estudios de la Marca, había decidido ir a pasar un fin de semana al campo y vio pasar a los agricultores que llevaban sus productos al mercado. Todos usaban carros, tirados por mulas, caballos o bueyes. Al regresar a París decidió crear un vehículo que sirviera para que los campesinos franceses cambiaran el carro por el automóvil. Esto supondría más ventas tanto para Citroën como para Michelin, que por aquel entonces era el primer accionista de la compañía.

El Citroën 2CV llegó a España como un vehículo de transición y se vendieron 70 unidades, 85 de ellas para la agrupación de Tráfico de la Guardia CivilGuardia Civil

Inmediatamente, puso en marcha el proyecto TPV (Très Petite Voiture). El pliego de condiciones estaba pensado en el mundo rural, aunque algunos de sus puntos podrían valer para los actuales SUV: cuatro ruedas debajo de un paraguas. Debía ser capaz de transportar un cesto de huevos por un campo sembrado sin que se rompiera ninguno, además de 50 Kg de mercancías. Además, debía ser fácil de conducir por alguien sin experiencia al volante, tener bajos costes de mantenimiento y consumir, como máximo, tres litros cada 100Km. Por supuesto, con tracción delantera.

2CVCitroën

Citroën no reparó en medios para desarrollar este modelo. Se pensaron y probaron toda clase de innovaciones tecnológicas y de diseño. El aligeramiento del vehículo se convirtió en una obsesión: el techo era de tela, las ventanillas de mica y la carrocería de aluminio ondulado. Se rechazaban los prototipos que ofrecían demasiado confort. El único capricho se concedió en la tapicería, en la que se atendió la recomendación de la esposa de Boulanger. El primer prototipo, el Cíclope tenía un único faro, contaba con una carrocería inspirada en la aviación, ondulada y fabricada con una aleación de aluminio, unos asientos de tipo hamaca colados del techo mediante cables, un motor de dos cilindros bóxer de 375 centímetros cúbicos refrigerado por agua.

Citroen 2CV CharlestonCitroenCitroen

Tras la presentación oficial hubo comentarios para todos los gustos. Desde “horrible” “raro” o “espantoso” a “divertido” o “único”. La prensa, por su parte, no fue demasiado indulgente con su diseño. Sin embargo, ni crítica ni público tuvieron la oportunidad de ver su motor, ya que ninguna de las 3 unidades expuestas disponía de él. La intriga se resolvió al año siguiente, cuando un 2 CV que enseñaba todos los secretos de su motor de 375 cm3 refrigerado por aire, con transmisión de 4 velocidades y 9 CV de potencia, fue el rey del stand de la marca.

En julio de 1949 comenzó la producción y los clientes dejaron en muy mal lugar a los críticos: tras los primeros meses en el mercado, el plazo de espera llegó a tres años. El público supo ver inmediatamente que el 2 CV era el coche idóneo ya que desenvolvía muy bien en ciudad, circulaba con soltura por caminos sin asfaltar, era espacioso para su tamaño, tenía cuatro puertas y resultaba mucho más económico de utilizar y mantener que otros modelos en el mismo nivel de precios. Disponible, en un primer momento, exclusivamente en forma de berlina descapotable, desde 1950 se ofreció también en versión furgoneta. Se vendieron más de 5 millones de unidades hasta el cese de su producción en el año 1990.

2CVCitroën

Más allá de su éxito comercial, que le convirtió en uno de los vehículos que motorizó el país, el Citroën 2 CV tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la industria de automoción en España. En 1958, abría sus puertas, en la Zona Franca de Vigo, la fábrica que hoy es del grupo Stellantis. El primer modelo que salió de las líneas de montaje de “La Citroën” de Vigo fue el 2 CV, en su versión furgoneta. Pronto seguirían su estela los 2 CV turismo.

Las características de este modelo lo hicieron muy habitual en las carreteras de España. Durante décadas, el 2 CV furgoneta, pintado en gris, fue el vehículo más habitual de organismos tan esenciales como Correos y Telégrafos y la Compañía Telefónica Nacional de España. Incluso la Guardia Civil y las unidades de Montaña del Ejército se hicieron con varias unidades del Citroën 2 CV Sahara, un 4x4 antecesor de los SUV actuales. La peculiaridad de esta versión está en su forma de asegurar la tracción total: tenía dos motores, uno para las ruedas delanteras y otro para las traseras.

Si como hemos visto, en los primeros años sólo se fabricaba en gris, después hubo una paleta extensa de colores, algunos muy vivos. Las distintas series especiales, como el Sport, el Charleston o el Cocorico, le dieron un toque más de estilo. Todo dentro de una estética que se mantuvo casi inmutable durante 42 años. Los cambios más notables en la carrocería fueron el sentido de apertura de las puertas en 1964 o la tercera ventanilla lateral de algunas versiones. Organizados por la marca, se realizaron grandes raids como el París-Kabul-París de 1970 o el Raid África de 1973 (8.000 km a través del Sahara) en el que miles de jóvenes de varios países europeos, entre ellos España, pusieron a prueba su habilidad al volante. Pese a sus prestaciones limitadas, el Citroën 2 CV también tuvo una vertiente deportiva con ejemplos como el campeonato 2 CV Cross, que se sigue disputando actualmente en Francia. En España, se podía ver al 2 CV -junto con el Mehari y el Dyane 6- en las delirantes carreras de Pop Cross.

Citroen 2CV CharlestonCitroenCitroen

El Citroën 2 CV se mantuvo durante los años 70 y 80, pero las reglamentaciones medioambientales y de seguridad fueron limitando sus ventas en cada vez más países. Además, su fabricación seguía siendo manual, por lo que su coste se disparaba frente a los modelos de la época, en los que los robots tenían cada vez un papel más importante. Tras el cierre de la fábrica de Levallois-Perret en los años 80, el Citroën 2 CV pasa a fabricarse en Mangualde donde, a las 16 horas del 27 de junio de 1990 saldría el último de su estirpe, tras 41 años de vida comercial y más de 5 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Era el punto final a una trayectoria única, que ha marcado la memoria de varias generaciones con su silueta redondeada.

El Citroën 2CV forma parte de los paisajes urbanos y rurales de muchas películas francesas. Por supuesto, Louis de Funes en su serie ‘El gendarme’ protagoniza aventuras divertidas y persecuciones en muchos 2CV. También aparece en “Traffic” de Jacques Tati, donde satiriza el mundo del tráfico y los conductores. El éxito de una película, Sólo para tus Ojos, protagonizada por James Bond, llevó al lanzamiento de una serie limitada.

El cine se hizo eco del impacto del 2 CV en la sociedad española. En 1967 se estrenaba “Sor Citroën”. Esta comedia fue un éxito de taquilla y fue un fiel reflejo de la presencia del Citroën 2 CV y de la simpatía que despertaba en nuestro país. Gracita Morales protagoniza en Sor Citroën, acompañada por Rafaela Aparicio, José Luis López Vázquez y Juanjo Menéndez. La cinta cuenta la historia de la inconformista novicia Gracita que decide recorrer España en un viejo 2CV para llevar ‘la luz’ donde haga falta. Alguna de las peripecias sufridas por el coche fue reales, pues entonces Gracita era una conductora novata.