Coronavirus
«Mantener el distanciamiento social es básico para controlar un rebrote de la covid-19»
El profesor de la UMU, Antonio Guirao, lidera una investigación del Instituto de Salud Carlos III sobre la dinámica de crecimiento de la epidemia
Para lograr controlar la epidemia de coronavirus, la estrategia óptima pasa por vigilar el distanciamiento social combinado con la detección rápida de enfermos y su aislamiento. El investigador Antonio Guirao, profesor del Departamento de Física de la Universidad de Murcia trabaja en un estudio para medir la evolución de la covid-19 a través de métodos matemáticos que simulan el comportamiento de la enfermedad.
De esta forma se compensa el aumento del contacto social que se produce con el avance de las fases de desconfinamiento. «Con medidas efectivas de rastreo y detección el confinamiento no es necesario o puede realizarse de forma menos restrictiva». También en la nueva fase 3 en la que la Región de Murcia al completo entra este lunes.
Según el seguimiento de los datos efectuado hasta el momento, Guirao asegura que la epidemia se ha estabilizado en España y en la Región de Murcia, pero no se ha erradicado, después de comprobar cómo la curva de nuevos contagios diarios ha decrecido mucho, pero todavía no se ha llegado a cero, es decir, siguen produciéndose nuevos casos cada jornada. La última semana la cifra ha oscilado entre 200 y 400 diarios. No hay que olvidar que en los momentos en los que se produjo el pico más alto, se contabilizaban hasta 9 mil contagios diarios.
Como ahora estos números son muy bajos, su análisis es más sensible al error. Por este motivo, el investigador considera «muy importante» disponer de «datos precisos» por parte del Ministerio de Sanidad para diferenciar el inicio de un rebrote de las fluctuaciones diarias que son naturales.
En la Región de Murcia la situación de estabilización es de las más favorables de España. Por un lado, los focos de nuevos contagios se localizan rápidamente y, por otro lado, se parte de una escala mucho menor que en otras comunidades autónomas, cómo en Madrid, donde el número total de afectados es de alrededor de 70.000 y en Murcia de unos 3.000.
El investigador hace hincapié en que a pesar de que en la Región se lleva aproximadamente el mismo ritmo de bajada, en Madrid o Cataluña el descenso era desde un piso mucho más alto.
Por ello, en las regiones donde la epidemia ha tenido un mayor impacto, el tiempo necesario para la estabilización es mayor. Ello sumado al hecho de que algunos territorios, como Madrid, están más densamente poblados y tienen mayor movilidad de personas, lo que hace más complicado el control de la epidemia.
Previsiones
Las previsiones de cómo va a evolucionar la situación son todavía imposibles de realizar, dado que los parámetros sobre el crecimiento de la epidemia han cambiado y no existe un patrón determinado. «Tras el desconfinamiento debemos encontrar unos nuevos».
«No sabemos si el virus es menos contagioso ahora en España, pero sí está claro que han cambiado los parámetros de distanciamiento social o los contactos entre personas y las normas de higiene y seguridad. Por ello, hasta que pasen más días y veamos el nuevo comportamiento de la curva epidemiológica no podemos saber cómo va a evolucionar».
Hablar ahora de un rebrote en otoño sería sólo un especulación, basada únicamente en cómo se han comportado otros virus que son estacionales, pero no se sabe si el coronavirus lo es. «Sería como intentar decir hoy si habrá lluvia el 3 de septiembre».
Hacer previsiones a largo plazo todavía se complica más cuando es prácticamente imposible poder anticipar cómo se va a comportar la movilidad entre países, el control de fronteras, o la importación de casos. «Poco a poco tendremos que ir sofisticando los modelos para dar cuenta de estas situaciones que vendrán»
Simulaciones
Lo que sí pueden hacer los modelos en esta fase de transición o estabilización, mientras no se sepa más de la nueva situación, es plantear escenarios posibles y estudiar la gravedad que tendría la epidemia en esos casos. Eso ayudará a anticiparse y a responder rápido, según el investigador.
Tras la relajación progresiva de las medidas de contención, el profesor Guirao destaca tres escenarios posibles.El más favorable es aquel en que quitar el confinamiento se compensa con las distancias de seguridad, las mascarillas, el mayor seguimiento de enfermos y el rastreo. «En este caso, la efectividad que han tenido las medidas de control seguiría como hasta ahora, y el número reproductivo, que bajó de 2.5 en marzo a 0.8 en mayo, se mantendría por debajo de 1 que es el límite que marca el control de una epidemia. Así, observaríamos que los nuevos casos diarios siguen en descenso, aunque fuera lentamente».
El siguiente escenario contempla que en balance se pierde efectividad y nos situamos justo en la frontera del control de la epidemia. «Observaríamos en las próximas semanas que los casos diarios se mantienen día tras día y que no van a menos».
El caso más negativo sería perder el control de la epidemia, es decir, volver a un número reproductivo por encima de 1. «Por ejemplo, si subiese a 1.25, la mitad del que hubo en marzo, se produciría un rebrote y habría que actuar cuanto antes. Observaríamos en las próximas dos o tres semanas un aumento progresivo del número de casos diarios».
A pesar de que la curva subiría, el crecimiento sería mucho más lento que en febrero-marzo dado que el fenómeno no es lineal sino exponencial. «En marzo el crecimiento era muy rápido, y los casos se duplicaban en 2 o 3 días solamente. Sin embargo, en este escenario, el tiempo de duplicación sería de más de 2 semanas. Un crecimiento mucho más lento que dejaría más tiempo para actuar, ya que no es lo mismo pasar de 1.000 a 2.000 casos en dos días que en dos semanas».
En Murcia ocurre algo similar al resto de España. «Es posible que sigamos con fluctuaciones en el rango de 1 a 5 casos diarios durante muchas semanas. Pero también es probable el escenario del rebrote. Si ocurriese, observaríamos que los casos diarios actuales, en torno a 5 ahora, pasarían a 10 diarios en un par de semanas, y alrededor de 20 diarios en un mes».
Los casos importados
El profesor Guirao incide en que se olvida el carácter global que tiene esta crisis. “Es una pandemia y tiene alcance planetario, aunque nos hemos acostumbrado a poner el interés en nuestra situación local, nuestros cambios de fase, la vuelta a la normalidad, a los bares, al cine, al fútbol, al turismo… lo cual es absolutamente lógico, pero cometeremos un error si nos olvidamos de que más allá de que la situación se normalice en España y nos acostumbremos a usar mascarillas y a unos protocolos de seguridad, el problema sigue en el planeta y va para largo”.
La pandemia afecta a más de 200 países. En algunos comenzó antes, como en China, Italia o España, pero en otros ha empezado después o empieza ahora. En EEUU o Rusia están atravesando el pico de la curva de contagios, y en otros países como Brasil, Méjico o Perú ni siquiera están en la fase de control. “Hasta que la estabilización se logre a nivel mundial pasarán meses”.
Guirao insiste en la globalización del planeta y plantea que los cambios de fase que se están produciendo en España y en las comunidades autónomas son insignificantes si se mira a otros países en los que la situación no está tan controlada. “Tendremos que mirar hacia afuera y actuar en consecuencia. No solo por una cuestión humanitaria y de solidaridad, sino también por una mera cuestión pragmática. Los países van abriendo sus fronteras de cara a activar el turismo, lo que puede provocar el descontrol provocado por casos importados de otros lugares”.
La Comisión Europea coordina una respuesta europea común a la pandemia y declara querer “ayudar a los Estados miembros en la coordinación de sus respuestas nacionales”. La ONU habla de “una emergencia de salud mundial” y pretende trabajar con los países para responder en términos de movilidad, control de fronteras, “pero da la impresión de que falta mucha más coordinación entre todos los países para una acción conjunta a un problema común”.
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