Historia

El jardín público más antiguo de España está en Murcia y estos son sus 8 secretos

Entre su espesa vegetación se esconden monumentos y homenajes personajes de la historia de la ciudad

Jardín de Floridablanca, el jardín público más antiguo de España
Jardín de Floridablanca, el jardín público más antiguo de EspañaRegMurciaLa Razón

Entre las miles de reliquias arquitectónicas, patrimoniales, culturales y escultóricas con las que cuenta la ciudad de Murcia, una de ellas supone un rincón único e irrepetible para la historia de España. Los jardines son lugares amables, calmados, en los que pasar la tarde con los más pequeños, los más mayores o con los amigos es siempre uno de los mejores y más económicos planes para cualquier momento del año. El buen tiempo que siempre acompaña a Murcia hace que salir a la calle sea casi obligatorio, y no hay nada mejor para ello que resguardarse bajo las copas de los árboles, sentado en un banco o tirado en el césped contemplando los monumentos.

Uno de los sitios idóneos para ello es el Jardín de Floridablanca de Murcia, creado a mediados del siglo XIX, y que se ha erigido ya como el primer jardín público que se realizó en España, en las mismas fechas en que Carlos III abriera a los ciudadanos y vecinos de Madrid una zona del Real Sitio del Buen Retiro.

Para conocer en profundidad este rincón de la ciudad es necesario acercarse a él y contemplar su vegetación, escuchar a su fauna y pasear por su tierra. No obstante, estos son ocho de sus secretos, alguno de ellos, desconocidos incluso para los propios habitantes de la ciudad.

  • Situado en el corazón del barrio de El Carmen, se trata de una de las zonas con mayor solera de la ciudad, y tiene una extensión de 11.330 metros cuadrados.
  • En su explanada se encuentra el monumento al Conde de Floridablanca, José Moñino y Redondo. Fue un político español que ejerció como secretario de Estado entre los años 1777 y 1792. También presidió la Junta Suprema Central creada en 1808.
  • También alberga un monumento al poeta Jara Carrillo y a José Selgas, realizados por José Planes en 1933; y el busto al escultor Antonio Garrigós, obra de José Molera (1984). Además, el jardín conserva la antigua puerta del matadero como acceso, proyectado por Jaime Bort en 1748.
  • En 2017 el Gobierno murciano aprobó declarar este jardín como Bien de Interés Cultural, con categoría de ‘jardín histórico’. El proceso para la declaración de BIC comenzó en junio de 2014 y ha contado con informes favorables de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de La Arrixaca, la Real Academia Alfonso X el Sabio y la Universidad de Murcia, que han destacado la especial significación del bien y la necesidad de protegerlo.
  • El último monumento que se instaló en el jardín fue el dedicado al nazareno “colorao, una obra en bronce de Manuel Nicolás Almansa. Se sitúa frente a la puerta de la Iglesia del Carmen, ya que se trata de la sede histórica y tradicional de la cofradía de “Los Coloraos”, muy conocida y de gran prestigio en Murcia.
  • Una de las curiosidades que más público atrae es que el portal instalado en la calle Hernández de Águila no fue realizado originalmente para el jardín, sino que estaba emplazado en la calle Matadero. Primeramente perteneció a la fachada de ese antiguo edificio del siglo XVIII, pero se quitó de ese enclave y se llevó al parque de Floridablanca. Construido en sillería de piedra amarilla, está incluida en el Catálogo de Bienes Culturales de Murcia.
  • Desde el jardín se puede contemplar la fachada de la Iglesia del Carmen, en una estampa única adornada con elementos urbanísticos, arquitectónicos y escultóricos, así como una gran variedad de especies arbóreas como ficus, tipuanas, álamos y jacarandas.
  • Entre sus monumentos, hay uno que levanta especial polémica. Se trata de uno de los pocos monumentos franquistas que todavía quedan en la ciudad. Se trata de un monolito que conmemora la toma de esta plaza el 31 de marzo de 1939 por parte de la IV Brigada de la División de Navarra. Hace unos años, la inscripción de dicho monolito fue manipulada, por lo que actualmente no se puede leer.