Opinión

Parió un ratón

Publicada la tesis y sometida a sus particularísimos filtros antiplagio, la prioridad de Moncloa pasaba por blindar a Pedro Sánchez para pasar a la ofensiva. Lo pretendió con un acto titulado –nada inocentemente– «Avanzamos». El protagonista único fue el presidente, tras el previo avance desde su gabinete de un anuncio «importante». Sin embargo, ante casi todos sus ministros y 250 asistentes, parió un ratón. Se limitó a proponer una reforma exprés de la Constitución para suprimir –más bien acotar– los aforamientos. Lo que hizo fue plantear una propuesta para el debate entre los grupos, a los que reclamó un rápido acuerdo en medio, por cierto, de la frialdad de los presentes en el auditorio.

Con excepción de su jefe de gabinete, Iván Redondo, ideólogo de la iniciativa prácticamente a solas con Sánchez. Al presidente se le vuelve a escapar algo significativo: que apenas dispone de 84 diputados y requiere del concurso del PP. Total, nada. Porque a esa fuerza política no ha tenido reparo en presentarla como anegada de corrupción y propensa a favorecer la desigualdad y la confrontación. Sigue dando la impresión de que no es consciente de su debilidad. Cada vez son más los españoles que reclaman de él sólo elecciones. Así que lo de ayer, además de un brindis al sol, es despejar balones hacia adelante para aliviar el agobio. Otra forma de distraer al personal para ver si por medio enreda a Casado en algún renuncio. Y es que, en el círculo de Sánchez no evitan mostrarse preocupados ante una inconsistencia que hace imposible ofrecer un proyecto legislativo. Oír al presidente encadenar frases hechas sobre un escenario en penumbra puede resultar hasta atractivo, si no fuese porque, al estilo de Quim Torra, obvió que en democracia el lugar para anuncios de calado es el Congreso. Donde se resiste a rendir cuentas.