Opinión

CIS de Cistitis

La gran cuestión que se barrunta en los despachos es la siguiente: ¿y si al final lo que pronostica el CIS de Tezanos es verdad? Tanto mandoble al demoscópico puede volverse en furtivas lágrimas la noche electoral. Llegó abril, y como ahora recuerda en su libro Christina Rosenvinge, hago CIS y aparezo a tu lado. El pueblo manda, y si nadie ha sido capaz de hacerle ver el reconcentrado veneno que se avecina según muchas de las encuestas, alguien debería admitir su pequeña o gran responsabilidad por la resurrección de Frankestein en un lúgubre castillo. Pobre España. En teoría, el triunfo del PSOE en el macrosondeo, con hasta tres fórmulas aritméticas Pedro Sánchez dormiría en el mismo colchón, podría invitar a la desmovilización, pero su electorado ha aprendido la clase magistral andaluza mientras la jauría socialista se traviste de asustaviejas con las pensiones y cambia a Frankenstein por la momia (de Franco), que en algunas de las clásicas películas de terror compartían protagonismo como ahora los superhéroes. Superman contra Spiderman, que ya tienen su voto decidido a decir de Pablo Iglesias que ve más conservador a Clark Kent, claro seguidor de Pablo Casado. La realidad, más allá de los chistes fáciles sobre Tezanos y sus cocineros, a lo Paz Padilla, es que en los cuarteles generales de los partidos lo que reina es el acojone porque nadie adivina el porvenir, qué será de nosotros cuando el mes perezca y aún queden restos de cera en las calles de Sevilla. Algunos se encominedan a los presagios y otros a Casandra de Troya. Incluso a la virgen de Covadonga. Tiemblan los oráculos. Se palpa el miedo.

En los próximos días habrá tantos CIS, una necesidad imperiosa de orinar resultados, que habrá que recoger en un tubito los restos para llevarlos al galeno. Cistitis hasta el día 22. Ocurra lo que ocurra, Tezanos ya ha hecho historia. al igual que el Prado consagra una sala para el retrete de Fernando VII, habilitarán un urinario como el de Duchamp para el amo de las encuestas. El CIS ha desembocado en un Macguffin con el que entretener este artículo, por ejemplo, y unas cuantas horas de tertulia. Pero, insisto, ¿y si al final lo que pronostica es verdad? Sálvese quien pueda. Soliciten indultos hasta para sus multas de tráfico, eso les hará dormir un poco más tranquilos ante la nueva temporada de la que se avecina.