Opinión

Voten en conciencia

Hoy, los españoles acudirán a las urnas a la espera de que de ellas salga un gobierno que pueda enfrentarse con problemas no por escamoteados en los debates electorales menos graves. No se trata sólo de que las cuentas estatales están en la quiebra por la enorme deuda que fueron acumulando Solbes, Montoro y Montero sino de que además desde 2015 la inestabilidad institucional es palmaria. En una situación así – quizá la más grave sufrida por el sistema de 1978 – y con un panorama tan fragmentado electoralmente, el denominado voto útil ya no significa nada porque no pocos escaños se decidirán por unos centenares, incluso docenas, de votos. Yo me atrevo a sugerir el voto en conciencia. Creo que ahora los ciudadanos deben llevarse la mano al corazón y decidir cuáles son sus preferencias. ¿Están a favor de la familia o de la ideología de género? ¿Creen que hay que desenterrar a Franco o que los muertos deben enterrar a sus muertos? ¿Piensan que hay que aumentar el gasto público o que hay que proceder a recortes severos? ¿Son partidarios de ampliar el estado autonómico o creen que habría que reducirlo o incluso suprimirlo de una vez por todas? ¿Abogan porque el español se pueda estudiar en cualquier región de España o piensan que en determinadas regiones debería ser sustituido por la lengua local? ¿Les parece bien que la gente de la organización terrorista ETA esté en las instituciones o les resulta una vergüenza nacional? ¿Afirman que España es una nación única e indivisible o consideran que España es una nación de naciones? ¿Están a favor de indultar a los golpistas catalanes y sentarse en una mesa con un mediador internacional a ver lo que sale o, por el contrario, creen que sobre ellos debería caer el peso de la ley? ¿Favorecen la subvención de organizaciones feministas y gays o, por el contrario, consideran que ese tipo de entidades tienen que sostenerse con el dinero de sus afiliados? ¿Aspiran a que España tenga un papel de relevancia en el plano internacional o les parece que estamos más tranquilos con la política de ausencia que se ha desarrollado durante los mandatos de ZP, Rajoy y Sánchez? ¿Les preocupa el aquí y el ahora o también el futuro de sus hijos? Todos deben formularse estas preguntas y otras semejantes y luego cada cual que vote en conciencia.