Opinión
Inmigrantes rentables
Quince inmigrantes del Open Arms llegaron ayer a Cádiz –tras ser recogidos por el buque español «Audaz»– en medio de una alharaca periodística notable. En Ceuta, casi a la vez, un asalto durísimo a la valla dejó once guardias civiles heridos y más de 150 emigrantes en el centro de acogida local, ya desbordado. Los asaltantes más violentos permanecieron cuatro horas en lo alto de los alambres y fueron bajados con grúas y sometidos de inmediato al procedimiento de devolución a Marruecos. Los dos episodios –y el debate parlamentario al respecto– ponen de relieve el absurdo que vivimos. Asistimos a una gran migración planetaria de raíces perfectamente explicables. En este nuestro mundo el dinero es lo más importante, pero no abunda en muchos lugares. De África, Asia y Suramérica vienen millones de personas que envidian el bienestar de los países ricos. Y es muy difícil regular el tránsito, porque la urgencia es grande y la mayoría de los que vienen son varones jóvenes determinados a prosperar. Podemos cabrearnos o colaborar a hacer todo esto con el mayor sentido común posible. Y no es sentido común mercadear políticamente con minorías migratorias residuales mientras avalanchas ingentes cruzan los mares y fronteras. Salvar a los que las mafias condenan al mar es pura compasión. Pero menos exageraciones y barcos militares, que lo que urge son centros de formación de menores sin tutelar, albergues y propuestas de asentamientos poblacionales que permitan convivir en paz con la nueva gente joven que repara –ya es hora de decirlo– la incapacidad Europea para reproducirse. Es urgente un plan nacional de inmigración.
✕
Accede a tu cuenta para comentar