Diez sugerencias para 2020

Ha concluido el año 2019 y los augurios para el 2020 son de mírame y no me toques. Permítame ofrecerles algunas sugerencias. 1. Rechace la ansiedad. Ni la economía ni el golpismo catalán van a darle alegrías, pero son sólo doce meses. 2. No se apresure. Hágase el firme propósito de no dejar que políticos, medios y otros manipuladores lo lleven a empujones. 3. Seguramente no tendrá, pero sea. La Agencia tributaria seguirá intentando llevarse todo con razón o sin ella. Crezca interiormente porque todavía no paga impuestos. 4. Atesore buenos recuerdos. Esos momentos de felicidad no regresarán, pero puede conservarlos en la memoria para cuando los necesite. 5. No se ilusione con los políticos. Con colocar a su gente e ir en las listas electorales ya andan bastante ocupados. Si no tienen tiempo para ocuparse de usted, no lo lamente. 6. Cultive la amistad. Los amigos verdaderos seguirán a su lado en los peores momentos. Los otros, lo más seguro es que nunca fueran amigos. Es una pena que no se largaran ya hace tiempo. 7. Escuche, pero sin pillarse los dedos. No crea lo que digan los envidiosos y los aduladores aunque vayan a hacerle la pelota todos los días a las doce del mediodía. No se merecen un solo segundo de su tiempo. Si se encuentra con alguien que se jacta de saber de todo, huya. Con seguridad, no sabe nada de nada. 8. Olvídese de los que rechinan de dientes porque a usted algo le va bien. Miserables los habrá hasta el fin del mundo, pero usted no tiene obligación de soportarlos. Que los zurzan. 9. Acuda a la Biblia todos los días. Es cierto que parece que estamos al borde de un seísmo colosal, pero las verdades eternas son inconmovibles. Si sustenta en ellas su vida, no lo lamentará y 10. Deposite su confianza en Dios porque es infinitamente más digno de confianza que cualquier gobierno, que los bancos, que los partidos, que los sindicatos o que el sistema de pensiones. Él lo atenderá, lo socorrerá y lo protegerá como nadie. Además –aunque algunos clérigos lo pretendan– no hay que darle dinero por ello. Desconfíe de los que dicen ser sus representantes y piden billetes sobre esa base. Y ya no los entretengo más. Les deseo un dichoso, tranquilo e incluso próspero 2020. ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!!