Opinión

Todes faches

El rapapolvo que va a recibir la RAE por parte de la secta doctrinaria de la supuesta igualdad va a ser para agarrarse al sillón, ya sea mayúscula o minúscula la letra que representa cada académico/a. El informe de la Docta Casa sobre el lenguaje inclusivo de la Constitución sigue con los preceptos ya establecidos en lo fundamental, es decir, que hacen falta todas las variables de doble género y que el género masculino «por el ser no marcado puede abarcar al femenino en ciertos contextos». En la Comisión de Igualdad empezarán a echar espumarajes por la boque en la persona de Irene Montero y sus amigues. Por muchos lingüistas y sabios que se reúnan, si les lleva la contraria eres un muerto no binario. El encargo de Carmen Calvo escondía un mensaje envenenado: la política será la que marque el devenir de los ciudadanos, a los que hay que adoctrinar según los gustos de la nueva casta. De manera que ahora son las élites las que quieren imponerse al pueblo cuando no hace mucho pedían lo contrario. El lenguaje está tan vivo que verá nuestro ataúdes pasar por la puerta, incluidos los de la clase gobernante, pero esa transformación continua de las almas y los cerebros debe ser espontánea, de ahí que en cada edición el diccionario nos sorprenda con palabros que llegan a nuestras orillas para quedarse. He ahí feminicidio. Pretender lo contrario es asimilar que dos más dos no siempre suman cuatro sino que depende de la ideología. Es una falacia que seremos más iguales si lo dicta la Academia. Solo un ejemplo: el persa es una lengua sin género (como el magiar o el turco). Irán somete a las mujeres y ahorca a los homosexuales. Muy moderno. todo.