Opinión

¿Incontenible virus?

Ignoro cuántos casos de coronavirus llevamos ya pero quiero contarte, de muy buena fuente, que hoy, 6 de marzo, la inmensa mayoría de los españoles contagiados se encuentran bien, asintomáticos, ¡mejor que tú y que yo! Un porcentaje elevado no precisa medicación –ni paracetamol siquiera–, llevan su solitaria cuarentena con paciencia y responsabilidad. De esto último se trata: de que los ya aislados en sus respectivos hogares cumplan a rajatabla todas las medidas de higiene y prevención que les hemos explicado hasta la saciedad desde las instituciones, desde los medios. Más que nada, porque nadie les estará vigilando si mañana tienen la tentación de bajar al supermercado, por ejemplo.

La realidad es que ni «Papá Estado» ni sus Autonomías disponen de suficientes sanitarios para chequear a todos los confinados. Al paciente más común, al asintomático en su domicilio, solo le ofrecen un número de teléfono, por si hubiera alguna incidencia, y para de contar.

Estamos a tiempo de evitar que cierren las escuelas y se dañe profundamente nuestro motor turístico. Lo subraya Fernando Simón, que es «La Autoridad», y yo me lo creo. Nos explican que España aún está a tiempo de evitar caer en el abismo Italiano, y que el ejercicio individual de madurez de cada cual será la llave y el muro de contención del virus mutante. Hoy por hoy, confío en este Ministerio de Sanidad. Y encima, como somos una sociedad informadísima, ya saludamos diferente, tosemos al codo –aquí y en Australia– y hemos agotado mascarillas y desinfectantes. Es lo que tiene la globalización.

Sin embargo, me quedan algunas dudas razonables: ¿por qué cuesta tanto que te hagan la prueba del coronavirus en un centro de salud? Al caso de la pequeña madrileña de cuatro años y sus padres me remito. ¿Por qué se impiden ciertas concentraciones deportivas mientras otros se disponen a celebrar tranquilamente, entre la multitud, el 8M o las Fallas? ¿Por qué siguen sin endurecerse las medidas de control en los aeropuertos españoles para conocer el estado de salud de quienes nos visitan? De viajeros procedentes de Irán, quizá tosiendo, quizá pidiendo un test que no se les realiza. Sospecho que solo podremos hablar de contención real, eficaz, cuando empecemos a ser más precavidos, en nuestras fronteras, con los millones de turistas que nos visitan.