Europa
“La crisis de la Unión y el 8 de mayo”
Europa camina con paso firme a ser un inmenso parque de atracciones cultural y comercial, con más pasado que futuro
La capitulación de Alemania el 8 de mayo de 1945 significó el fin de la Segunda Guerra Mundial en el Frente Occidental, aunque en el Pacífico se mantuvo hasta que el emperador Hirohito pudo emitir el 15 de agosto su mensaje de rendición no sin que antes hubiera un intento de golpe de Estado para impedirlo. Los militares japoneses no querían aceptar la humillación de una rendición incondicional y que se modificara el estatus del emperador. Este mensaje radiado fue la primera vez que el pueblo escuchó la voz del reverenciado Hirohito, que era considerado un dios viviente por el pueblo. Los estadounidenses tuvieron que aceptar que siguiera en el trono y no fuera juzgado como criminal de guerra asumiendo la ficción de que no tenía ninguna responsabilidad.
Estados Unidos había lanzado dos bombas atómicas, una sobre Hiroshima y otra sobre Nagasaki, y estaba preparando una invasión que podía costar millones de muertos. Había finalizado el conflicto bélico más brutal y sangriento de la Historia con más de 50 millones de muertos, de los que alrededor de 20 eran militares y 30 civiles entre los que estaban los 6 millones de judíos y el millón de gitanos, testigos de Jehová, homosexuales, discapacitados y disidentes que fueron exterminados por los alemanes en los campos de concentración. Los japoneses y los rusos habían sido también muy crueles, aunque los segundos formarían parte de los ganadores que diseñaron el poder en el mundo de la posguerra. La responsabilidad y mala conciencia japonesa quedaron resueltas con los juicios de Tokio y la alemana con los de Nuremberg.
Europa es un continente pequeño que es una especie de península del vasto continente euroasiático, pero a la vez, sin entrar en el pernicioso eurocentrismo, ha tenido un enorme protagonismo histórico y desde el descubrimiento del Nuevo Mundo y la circunnavegación de Magallanes y Elcano ha dominado el mundo hasta hace muy poco. No hay que olvidar que Estados Unidos y otras naciones tienen sus raíces, precisamente, en Europa. Los conflictos bélicos se han sucedido como en ningún otro continente durante milenios y nuestra historia es tan rica como compleja. Hemos protagonizado extraordinarios logros a la vez que hemos sido responsables de atrocidades en todo el orbe. Tras dos guerras mundiales, Europa estaba exhausta en 1945 y los imperios coloniales eran poco más que una ficción ya que les quedaban muy pocos años de vida. Al poco comenzaba, además, la Guerra Fría que enfrentaría a Estados Unidos y la URSS, pero también a las democracias frente a las dictaduras comunistas, aunque para algunos ser comunista siga siendo un incomprensible motivo de orgullo.
Europa camina con paso firme a ser un inmenso parque de atracciones cultural y comercial, con más pasado que futuro, en el contexto político mundial surgido de la caída del Muro de Berlín. El poder económico había basculado hacia Estados Unidos, algo que era un realidad imparable desde la Primera Guerra Mundial, y al eje del Pacífico. Esta crisis sanitaria ha sido un golpe demoledor para la Unión Europea, con mayor intensidad para Italia y España, pero también para el resto de los países. Es una encrucijada muy difícil, porque la coyuntura de la posguerra hizo surgir figuras de enorme prestigio, autoridad y formación que en estos tiempos del populismo cuesta mucho encontrar. La realidad compleja de los cincuenta permitió el milagro de la creación de la CEE, pero siempre ha sido muy difícil superar el egoísmo de los Estado nación que siguen siendo el auténtico poder en la UE.
Esta unión imperfecta, con mucho pasado a sus espaldas, es la que tiene que afrontar el reto de la reconstrucción y que en nuestro caso es mucho más complejo debido a los enfrentamientos partidistas y el populismo que se ha instalado en la política española. La debacle que nos afecta, con una economía paralizada, aunque utilicen ese término fatuo y absurdo de hibernación, con la inmensa mayoría de las empresas y autónomos asumiendo un endeudamiento que puede llegar a ser insoportable al igual que para el Estado que verá disminuir sus ingresos tributarios mientras aumenta enormemente el gasto público hace necesario medidas de choque tan importantes como contundentes. El proceso de incorporación de países a la UE siempre me ha parecido muy acelerado, porque no se resolvieron los déficits estructurales que existían y lo único importante era el tamaño. Ahora, efectivamente, se juega su futuro tras las crisis de 2008, la migratoria y el Brexit que siendo importantes nada tienen que ver con la catástrofe actual.
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