Opinión

Libertad dibujada

Los grandes viñetistas, con sus aciertos y sus errores, nos ayudan a entender la libertad. Uno de los grandes es El Roto, que dibujó en «El País» un campo arado del que brota una gigantesca lombriz. Y el texto es: «Aquella mañana, en la granja, tras el tratamiento con fertilizantes…». Como si los fertilizantes fueran malos. Como si antes de que hubiera fertilizantes los campos no hubieran padecido contratiempos. Y lombrices.

Un hombre estupefacto con una parte de su cabeza destruida. Y el texto es: «Cuando cayó el Muro de Berlín, Occidente también se derrumbó. El Muro lo sostenía». Como si el Muro no hubiese sido construido por los comunistas para evitar que los trabajadores se fugaran al Occidente capitalista.

En una rueda de los hámsters, hay un animalito con cara de hombre, que comenta: «Me han dicho que con esfuerzo y tenacidad alcanzaré el progreso». Como si los seres humanos fuéramos irracionales, como si no pudiéramos progresar.

Un hombre con una sierra mecánica corta un árbol. Y el texto es: «Llamamos naturaleza a los restos de su saqueo». Como si la naturaleza fuera una persona, como si los humanos con nuestros derechos de propiedad nos dedicáramos a destruir la naturaleza; como si la naturaleza no hubiese sido saqueada, precisamente, en los regímenes comunistas que liquidan la propiedad privada.

Se ve a un camarero con una bandeja en un Café. Y el texto es: «Joven sirviendo tapas sobre el diploma de su licenciatura». Como si esa realidad no tuviera que ver con la intromisión de la política en la sociedad, que produce la inflación y la consiguiente devaluación de los títulos universitarios.

Dos hombres conversan ante una bola enorme de Navidad, y uno comenta: «Es el caballo de Troya de los grandes almacenes». Como si el mercado se caracterizara por trampas y mentiras, como si pudiéramos alcanzar la verdad en sistemas donde los grandes almacenes son suprimidos.

Se ve una cabeza que en realidad es un globo que sube, separándose del cuerpo. Y el texto es: «Ascender es más fácil si tienes la cabeza hueca». Como si la humanidad hubiese avanzado sobre esa base, como si en la sociedad de mujeres y hombres libres la gente saliera así adelante, como si El Roto hubiese ascendido a la fama por no tener cabeza.