Gobierno de España

La desconocida Darias e Iceta

El ser una desconocida es una baza a su favor y a lo mejor nos sorprende. Espero que para bien

Hay que estar agradecidos a Pedro Sánchez, porque acabamos de descubrir que hay una ministra que se llama Darias y es canaria. Hasta el momento parece ser que ocupaba, según publicó en su día el BOE, el ministerio de Política Territorial y Función Pública, pero formaba parte del inmenso pelotón de los ilustres desconocidos del consejo de ministros. Ha sido la elegida para sustituir a Illa, que dirige sus pasos a Cataluña con el fin de ser el mesías del socialismo destinado a derrotar al dragón independentista, como un renacido San Jorge de Capadocia. Illa no es del linaje de los capadocios, pero lo es de los alcaldes ya que lo fue de la Roca del Vallés y mis amigos socialistas lo reputan como heredero de Tarradellas. Como es imposible que sea peor que el gris Aragonés o la fanática Borras, le deseo mucha suerte y que consiga formar una gobierno con el apoyo del PP y Ciudadanos. No conozco a Darias, a pesar de dirigir un diario, cosa que no me había sucedido con los anteriores gobiernos socialistas o populares. Es más, no sé si alguien la conoce más allá de su círculo íntimo, pero me consta que acude con asiduidad a los consejos de ministros porque hay testimonios gráficos de ello. El plasma me dará la oportunidad de escuchar su voz. Ahora asume el liderazgo de la lucha contra la pandemia en el peor momento de esta tercera ola.

El ser una desconocida es una baza a su favor y a lo mejor nos sorprende. Espero que para bien. Con Iceta sucede todo lo contrario. Hace muchos años que lo conozco y no voy a esconder que le tengo afecto personal. Otra cuestión distinta es que no coincidimos ideológicamente, algo que sería ocioso decirlo pero que es bueno aclararlo con el actual grado de exacerbación política. Tras apartarlo de Cataluña, recibe este premio de consolación y espero que sea feliz en un ministerio por el que Darias ha pasado sin pena ni gloria. El listón está a ras de suelo, pero esperemos que sea prudente en sus declaraciones, porque en la memoria de todos se encuentran algunos patinazos, por lo menos en clave española, que fueron antológicos. No es el ministerio para los indultos, favorecer la «nación» catalana o apoyar un referéndum de autodeterminación. Iceta tendrá que gestionar dos áreas muy importantes: la organización territorial y la función pública. Y lo tendrá que hacer de conformidad con el ordenamiento constitucional. Es lo que corresponde tras prometer el cargo ante el Rey.