Isabel Díaz Ayuso

Ayuso, ¿fascista?

Se considera víctima del odio de la izquierda

En una reciente entrevista, Isabel Díaz Ayuso efectuó unas declaraciones que algunos parecen empeñados en malinterpretar. «Cuando te llaman fascista sabes que lo estás haciendo bien. Estás en el lado bueno de la historia». Tales palabras han generado bastante revuelo dentro de la izquierda, que ha salido en tromba a criticar a Ayuso por haberse declarado fascista. Por ejemplo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha comentado lo siguiente: «Ha dicho que cuando le llaman fascista está encantada de estar del lado correcto de la historia. Se ha reivindicado ella misma como fascista». Pero, ¿realmente Ayuso se ha declarado fascista y ha manifestado que el fascismo constituye el lado correcto de la historia? No, ni mucho menos. Cuando Ayuso pronunció estas palabras estaba explicando que durante los últimos años ha sido sometida constantemente a insultos por parte de la izquierda y que el insulto (repito: el insulto) que ha terminado convirtiéndose en su preferido es el de «fascista». Evidentemente, lo que la presidenta de la Comunidad de Madrid estaba haciendo era ironizar con el gatillo fácil que tiene la izquierda a la hora de arremeter contra sus rivales descalificándolos como «fascistas». Al hacerlo, lo que se ha terminado consiguiendo es que el término fascista se convierta en un significante vacío de significado: una mera arma arrojadiza contra quienes no se ajustan al pensamiento único de la izquierda. Por eso dice Ayuso que, si alguien de izquierdas no ha terminado descalificándote como fascista, es que algo no estás haciendo bien: no porque ella se identifique con la doctrina fascista tal como históricamente fue configurada, sino porque se considera víctima del odio de la izquierda y ese odio se manifiesta en semejantes reproches. Cualquiera que haya escuchado el contexto de la entrevista debería ser bien consciente de lo que dijo y de lo que no dijo Ayuso: por consiguiente, quienes, como Colau, difunden que la líder del PP madrileño se autocalificó de fascista y que dijo sentirse identificada con esa atroz ideología simplemente están mintiendo. Lo más irónico de todo es que, después de verter tales falsedades, la alcaldesa de Barcelona denunció que la extrema derecha quiere llegar al poder mediante el uso sistemático de mentiras. ¿Hablará por experiencia propia?