Puntazo

Una burocracia demencial en Sanidad

Que Cataluña registre el mayor índice a nivel nacional de problemas cardiovasculares no es significativo cuando se entra en el laberinto administrativo.

La información que hoy publica LA RAZÓN sobre el proceso de prescripción de medicamentos en el Servicio de Salud de Cataluña hubiera hecho renunciar a Kafka, superado por una realidad que supera a la ficción. No es sólo que desde el Ministerio de Mónica García se restrinja la aprobación de nuevos específicos porque son más caros, aunque sean más eficaces, sino que la burocracia catalana encadena una serie de requisitos y normas que limitan la libertad de elección del médico, aunque los medicamentos en cuestión sean más económicos que los «oficialmente» aprobados. Y no se andan con chiquitas los burócratas de la Generalitat. Pueden secuestrar los incentivos salariales del médico «infractor», incluso los que recibe el conjunto del servicio. Que Cataluña registre el mayor índice a nivel nacional de problemas cardiovasculares no es significativo cuando se entra en el laberinto administrativo.