Opinión

¿Qué quiere ser la UE de mayor?

«Es mejor no asumir lo que no se puede ejercer con eficacia»

La UE no se ha cubierto de gloria últimamente con sus políticas. Al traspiés de Borrell en Moscú, se ha sumado esta semana pasada el grave desaire en Ankara conocido ya como «sofagate». Putin fue el protagonista en un caso y Erdogan en el otro, políticos poco convencionales y con tendencias autocráticas, pero que han dejado a los representantes europeos en absoluta evidencia.

Ahora es la UE la que ha mostrado su incompetencia ante los propios Estados de la Unión con ocasión de las vacunas, lo que está llevando a que sean los Gobiernos europeos los que busquen por su cuenta la solución a sus problemas de vacunación. En este caso, los que han actuado así no han sido solo Hungría y Polonia –o Ayuso–, sino la propia Ángela Merkel, que supone «palabras mayores».

Sin perjuicio de la experiencia y valía de unos u otros, resulta evidente que la UE debe decidir lo que quiere ser «de mayor»: convertirse en los Estados Unidos de Europa en una organización federal; en una confederación de estados independientes como la sucesora de la extinta Unión Soviética; en una mancomunidad de naciones al modo de la Comonwealth; o seguir como está, en indefinición permanente. Pero en este caso, asumiendo que no se pueden pedir «peras al olmo».

No es tarea fácil representar y definir políticas comunes para 27 países con una larga historia como Estados-Nación, pero es mejor no asumir lo que no se puede ejercer con eficacia. Y cayendo en el ridículo.