Política
Sánchez y el cambio de ciclo
Nada más contraproducente para el PSOE que ir a las urnas en un momento en que el PP, según las encuestas, se encuentra en una buena posición
Es evidente que el resultado de las elecciones madrileñas tuvo un enorme impacto nacional y fue un duro golpe para el PSOE. En este sentido se ha interpretado como una derrota personal de Sánchez. Hasta el 4-M parecía que los socialistas completarían sin problemas esta legislatura y continuarían la siguiente, pero en el PP algunos creen que La Moncloa está al alcance de la mano. La verdad es que no veo a Sánchez tan mal porque la campaña de vacunación ha entrado en un buen ritmo, espera la llegada de los fondos europeos y, sobre todo, como buen resistente, agotará la legislatura.
Los últimos tiempos demuestran que dos años en política son una eternidad. El presidente del gobierno se ha librado de Iglesias y cabe esperar que las relaciones con Yolanda Díaz serán menos convulsas y más ordenadas. El carácter de las personas influye mucho en las relaciones humanas e institucionales. ¿Tiene algún sentido convocar elecciones este año? La realidad es que sería absurdo, porque le conviene ganar tiempo. Es lo que juega claramente a su favor.
La contención de la covid, gracias a la vacunación, permitirá iniciar la recuperación. Sánchez ha aguantado lo peor de la pandemia y ahora emergerán los problemas económicos. Por tanto, nada más contraproducente que ir a las urnas en un momento en que el PP, según las encuestas, se encuentra en una buena posición. No sería lógico antes de recibir los recursos europeos, porque, sean suficientes o no, implicarán un impulso fundamental para nuestra maltrecha economía. En ese sentido, desaprovecharlo electoralmente sería absurdo.
Hacer previsiones siempre es tan incierto como arriesgado, pero es bastante probable que dentro de dos años, cuando toca ir a las urnas, estemos mucho mejor que ahora y Sánchez pueda capitalizar la recuperación. Todas las crisis económicas son diferentes y esta lo es en mayor medida que la anterior. Es más grave y todavía no conocemos el alcance real mientras se mantengan los ERTE, pero no hay riesgo de entrar en una crisis de deuda soberana gracias al apoyo firme y decidido del BCE.
Lo fundamental para el gobierno es acertar en la aplicación de los recursos, porque no podemos repetir los graves errores del «Plan E». Por ello, Sánchez tendrá que ser muy socialdemócrata e ignorar las pretensiones radicales de sus socios podemitas. No hay que desincentivar la inversión. Por ello, es muy aventurado asegurar el cambio de ciclo.
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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