Política
Medida de desgracia
Exceptuando a los catalanes independentistas, Sánchez tiene en contra al resto del mundo
Llevan meses en ello, es parte fundamental de su hoja de ruta para subsistir aunque ha sido esta semana, poco antes de que se pronunciara el Tribunal Supremo con su informe demoledor, cuando el Gobierno nos ha comunicado su idea de indultar a los condenados del Procés. Dice el ministro Campo que hay que tomarse «con naturalidad» el indulto para esos que desean romper España. Explica Pedro Sánchez que pretende sustituir revanchismo por «concordia y diálogo» con el mundo indepe. Le apoya en su apuesta el asesor Iván Redondo, subrayando que «se necesita un liderazgo valiente», como si con esta estrategia pudiera resolverse el problema catalán. Los hechos se consumarían en agosto, parece ser, en temporada de vacaciones, cuando resuene menos la jugada.
Ya todos nos conocemos. ERC, JxCat y la CUP quieren autodeterminación y amnistía: nunca estarán suficientemente satisfechos con las concesiones del Estado español... Solo que, en estos momentos, al presidente no le conviene recordarlo. Es plenamente consciente Sánchez de la debilidad parlamentaria del PSOE, necesita que sus socios le aprueben leyes. Y al mismo tiempo, sabe que la sola idea de indultar a Junqueras y compañía pone en peligro la estabilidad de su propio partido cuyos barones, inquietos, sufren ahora por la reacción del electorado. «Más que una medida de gracia, me parecería una desgracia», avisa García-Page.
Exceptuando a los catalanes independentistas, Sánchez tiene en contra al resto del mundo. A los jueces del Supremo, por unanimidad. Lo mismo que a los partidos de la oposición, amenazando ya con recursos en los tribunales, si se diera el caso. Dos de cada tres españoles tampoco comulgan con estas intenciones del Gobierno. ¿Cómo comprender que sea indultado aquel que no se arrepiente de sus fechorías y que, no contento con eso, anuncia que volverá a cometerlas? ¿En qué momento alguien imaginó que, en esta etapa de elevada crispación política y social, en plena pandemia, la medida de gracia que se propone emplear el Gobierno podría traernos concordia a los españoles? No tengo una bola de cristal, solo sondeos. Suerte tienen de que no haya elecciones a la vista.
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