Opinión

El cuaderno de Chapu Apaolaza: La matria que nos parió

Yolanda Díaz apuesta por trabajar más por el concepto de matria en lugar del de patria. Yo creo que con que trabajáramos más en general, ya estaría bien

Notas del 19 de julio. Frente a la casa trabajan en unas obras y de sol a solm una hormigonera emite un sonido obsesivo cercano a un aullido circular. Por alguna frecuencia de entre ese ruido me llega lo que dicho la vicepresidenta Yolanda Díaz que apuesta por trabajar más por el concepto de matria en lugar del de patria. Yo creo que con que trabajáramos más en general, ya estaría bien, pero todo lo que dice la ministra de Trabajo cae bien, por lo que sea. Hay gente para la que la patria debería llamarse Yolanda Díaz. Ya me va gustando cómo suena ‘Asturias, matria querida’ y otras cosas matrióticas, sin caer en el matrioterismo, naturalmente.

Se supone que la patria es la que ordena como manda el padre en casa de no sé quién, pero en la mía, no. Y la matria debe ser la que ama, la que concede los caprichos y la que consiente: la matriña… Así que se entiende que la pobre matria esté ahí, cuida que cuida a todo quisque, mientras que la patria, tan autoritaria pero de natural tan vaga, pasa el día tirada en el sofá con el mando de la televisión en la mano o, peor aún, coge la puerta en cuanto puede y se va por ahí con los amigotes. Ah, la matria es tan dulce, pero ¡ojo cuando coge la zapatilla! Hasta mi hija Paloma con cuatro años le ha dicho a su hermana mayor: “Hermana, ser mamá es más que ser reina, porque la reina no regaña y la mamá, sí”.

Igual no se necesitaba feminizar la patria, pues ya se decía la madre patria. Para equilibrar el verbo y no estereotipar los roles tendremos que referirnos ahora también al padre matria. Absténganse excesos como “Matria no hay más que una”, pues puede uno preguntarle a Iceta y sabrá que matrias hay muchas y habremos de escuchar que el concepto político de matria unitaria resulta exclusivo de otras sensibilidades territoriales. No caigamos en el matriocentrismo y abracemos el concepto de matria de matrias donde matrias hay lo menos diecisiete o las que cada uno quiera. A cambio, gracias a la propuesta de matria se encuentra al fin sentido a que en nuestra historia nacional haya habido tanta gente chupando de la teta de España, cosa que solo es posible si se considera que la matria que nos parió es mujer y madre, naturalmente soltera.

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