Economía

Cuando surgió un mensaje económico adecuado

En la Salamanca del siglo XVI floreció una escuela ius-naturalista de economistas liberales, descubridora de la Teoría del libre mercado y precursora del liberalismo Smithiano y austriaco

Acaba de aparecer, en la importante revista de economía Procesos de Mercado, (otoño, 2021), un valiosísimo artículo del Profesor Pedro Schwartz demostrando, una vez más, su alta calidad como catedrático de Economía y experto en Pensamiento Económico. El título de su aportación es El legado de la Escuela de Economía de Salamanca: una evaluación actual. Insistiendo en la famosa frase escrita por Keynes sobre el alto papel que, en la modificación de la realidad económica, tienen las ideas, nos encontramos, en este trabajo, algo atractivísimo. Y lo digo porque, en estos momentos, encontramos posturas derivadas de la importancia que adquiere la llamada Economía de mercado. Recordemos lo sucedido en España desde que, en 1941, Valentín Andrés Álvarez, en la Revista de Estudios Políticos, mostrara un talante respecto al mercado libre que no era exactamente lo que hasta entonces había defendido su inmediato maestro de la economía, Flores de Lemus.

Dejo a un lado que la polémica no concluyó de inmediato, y, por eso, se justifica que revistas como la citada y profesores como Schwartz, tengan, cada vez, un impacto mayor. Lo interesantísimo es observar cómo, tras la unidad ibérica lograda por los Reyes Católicos; la posterior vinculación con tierras situadas en la península italiana; los vínculos familiares con el mundo germánico; los estratégicos puntos de apoyo en el Norte de África; algún enlace con Asia, y, sobre todo, la expansión hacia América, tras 1492, había aparecido una economía imperial.

Por las características históricas de esta economía imperial, se desarrolló una seria política económica con ideas que pasarían a ser muy nuevas.

Conocer estas novedades exigió investigar a fondo la historia. Yo siempre recuerdo la admiración que me causó la economista inglesa Marjorie-Grice Hutchison, tras invitarla a unos Cursos de La Granda, a fin de sintetizar en ellos, con la gracia y afecto extraordinarios, el fondo de su obra The School of Salamanca. Readings in Spanish Monetary theory 1544-1605. Así comenzó a difundirse, en la Escuela de La Granda, aparte de en otra multitud de lugares, la noticia de que había, efectivamente, algo nuevo en exigentes aulas universitarias: la existencia de una escuela de economía, vinculada a excelentes profesores, eclesiásticos, expertos en Historia, en Teología y en Derecho, que enviaron valiosos mensajes, preferentemente desde las aulas de la Universidad de Salamanca.

Mucha importancia tiene el artículo citado de Pedro Schwartz, sobre el legado de la misma, al ser una síntesis maravillosa. Creo que debería ser elogiado ese trabajo porque, con él, se puede comprender la importancia que tuvo la España Imperial, y no sólo porque se trajese prisionero, a la Torre de los Lujanes, al Rey de Francia, o porque se descubriese la redondez de la Tierra o porque se alzase, desde España, un doble freno en el ámbito cultural –frente a los mensajes de Mahoma y frente a los de la Reforma–, sino porque afectaba a la orientación que debía tener el progreso económico, en cualquier ámbito de la Tierra.

Por eso, debo señalar, para que se difunda, en todos los ámbitos posibles, esta aportación del profesor Schwartz quien, además, nos puntualiza exactamente el nombre que debería darse a la Escuela de Salamanca, y nos aclara que –en aquellos momentos, donde no había aparecido Adam Smith–, «allí, el viejo tronco doctrinal de la escolástica se cargó de nuevo fruto, gracias al vigoroso injerto castellano». Precisamente Hayek –recuerda, acertadamente, Schwartz–, había declarado «desde la mismísima cátedra Fray Luis de León en la que explicaron Vitoria y Soto, que en la Salamanca del siglo XVI floreció una escuela ius-naturalista de economistas liberales, descubridora de la Teoría del libre mercado y precursora del liberalismo Smithiano y austriaco; y eso sucedía en 1979». Debo hacer notar que ese viaje de Hayek mucho influyó en la opinión de los políticos españoles de la Transición, generando, en el texto Constitucional vigente, en el artículo 38, esta frase: «Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado».

Cuando se asumió esto en el siglo XVI, engendró riqueza, y lo prueba el profesor Schwartz, indicando la importancia de las ferias, las finanzas, la plata y el vellón, todo unido, en los siglos XVI y XVII, al auge comercial entonces existente, creando instrumentos financieros notables, instituciones que tuvieron su base en el oro y la plata de las Indias.

La transmisión de esos datos históricos en la actualidad tiene mucho sentido, y por ello asombra que se haya decidido que, en la educación fundamental de los españoles, se elimine precisamente esta etapa de la Historia, reduciéndose a la contemporánea. Muchos elogios merecen trabajos que muestran lo absurdo de tal medida.

Juan Velarde Fuertes es economista y catedrático.