Ione Belarra

Encasillarse en el papel de colaboracionista

No sé por qué no habríamos de escuchar la opinión que tiene sobre la guerra de Ucrania Arnaldo Otegi, que tanto sabe de armas.

Notas del 22 de abril, no para de llover ¡Toda esta humedad! Por el Paseo de la Castellana bajan los atunes, los salmones y las caballas y la ministra Ione Belarra que ha asistido en Madrid a una conferencia de paz sobre Ucrania con representantes de Esquerra, Bildu, Syriza y el Sinn Féin. No sé por qué no habríamos de escuchar la opinión que tiene sobre la guerra Arnaldo Otegi, que tanto sabe de armas.

Belarra, que no teme encasillarse en el papel de colaboracionista, llama a una movilización masiva en España contra el envío de armas a KIev. La política tiene sus paradojas y así es como Podemos plantea crear una resistencia contra envío de material a la resistencia.

A la nueva izquierda le flipan en general las luchas de los pueblos menos las de los pueblos que resisten contra Rusia, por lo que sea. Dejarse los pelos en las axilas era resistencia, pero no defender tu ciudad ante la invasión de una potencia extranjera

Al fondo de la sala, Enrique Santiago, secretario de Estado de la Agenda 2030 ha cantado que el rearme del ejército de Ucrania tiene detrás “intereses económicos de la industria armamentística”. Otra persona sostiene algo sobre el “verdadero pacifismo que consiste en permitir que un tirano practique un genocidio y chitón todo el mundo no se vaya a enfadar”, pero Santiago ha cantado antes “industria armamentística”.

Yolanda Díaz no estaba en la conferencia de paz porque andaba escuchando el latido del universo. Cómo escucha Yolanda, vicepresidenta del timpanillo avizor. En realidad, en la esquina de Serrano con Jorge Juan no se puede mantener una conversación porque solo se escuchan los llantos de los niños de Borodyanka. Yolanda, ministra y otras cosas a su pesar, ha reivindicado en contra de la línea podenca que los ucranianos tienen derecho a defenderse. Ha leído en la vibración de las estrellas que con Podemos en las próximas elecciones no se va ni a por tabaco.