Opinión

Tontopollas

Mientras discutimos sobre el mejor atardecer, no nos matamos

Notas del uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, seis de junio -que es hoy-, siete de julio San Fermín. En un acto de la campaña de las andaluzas en Granada, Alberto Núñez-Feijoo ha dicho que si para Bill Clinton el atardecer de la Alhambra era el más bello de la Tierra, es que no había visto el de Finisterre. El presidente del PSOE andaluz, que se llama Manuel Pezzi, ha escrito en las redes que a los que dicen esas cosas, los llaman “tontopollas”. Los andaluces que de natural resultan tan oportunos, tienen derecho también a meter la pata y a carecer de ‘age’, que es una cosa que se tiene o no se tiene. Puestos a faltar, había otros insultos andaluces: carajote, majarón, sieso, papafrita, fartuco, gualdrapa, etc., pero tuvo que decirle tontopolla. Pezzi sostiene que fue una enjundiosa ocurrencia. Mejor le hubiera dicho: “Nuñez Feijoo, tan preparado, moderado, centrista, vienes a sacar de Moncloa a Sánchez el Tartufo, pa mí que te das un aire a Papa Pitufo” lo cierto es que también tienen derecho los andaluces a ser siesos y aburridos. Lo cierto es que del humor andaluz esperábamos más.

Estoy muy a favor de discutir sobre la mejor puesta de sol, la mejor tortilla de patatas, y el mejor lo que sea. Por ejemplo: ¿Cabe sostener que los mejores caracoles se sirven en Sevilla o son los de Córdoba? Ahí podemos enredarnos un rato y si se conviene que son los de Sevilla, podemos preguntarnos cuáles son los mejores caracoles de Sevilla, acaso los de Alfonso, los de Batato, los caracoles del Kiki o del Protasio. Luego podría aparecer Núñez-Feijóo en un mitin diciendo que “quien diga que los mejores caracoles de Sevilla son los de Protasio es que no ha probado los que venden en una ventanita que hay en la esquina de Marqués de Pickmann con la ronda del Tamarguillo en la que solo sirven caracoles y unos chicharrones muy ricos”.

Mientras discutimos sobre los mejores atardeceres no nos matamos entre nosotros. Todo el mundo sabe que la mejor puesta de Sol del planeta es la de la Caleta que es plata quieta, océano de mercurio calmado y naranja, vértigo de bajamares, se bañan desnudos los niños marineros de Pemán. El día que me veáis aplaudir una puesta de sol me podéis disparar. Celebrar el atardecer con entusiasmo es festejar la muerte de uno mismo. A esos que adornan el ocaso con DJs, batucadas y ovaciones no los llamamos tontopollas, pero sí carajotes, majarones, fartucos, papafritas, farfollas, julais, julandrones, carapapas, vainas, chuflas y guachisnai.